CAPÍTULO X


Que aquel es felice que haze obras de excelente virtud, en vida perfecta, y ha de morir en igual fortuna


Mas como la vida del hombre esté subjecta a grandes mudanzas de fortuna creyó Solón no dezirse bienaventurado hasta después de muerto, pero sintió mal, porque si alguno viviendo lo fue (como no sea cuando ya es defunto) bienaventurado era cuando vivía, y si la bienaventuranza nasce de las acciones de virtud, los cosas adversas, pues dependen de fortuna, o no baxarán de su estado a la felicidad, o si la derribaren serán tales cuales, humanamente, no se pueden tolerar. Podemos ya pues concluir con la cuestión, diziendo que aquel es bienaventurado que haze obras de excelente virtud en vida perfecta, y ha de morir, aunque no lo sepamos, en igual fortuna.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS