CAPÍTULO V


Si está la bienaventuranza en el deleite, honras y prosperidades o en la virtud


Todos creen y con gran razón consistir la felicidad en cosas humanas, pero los que sienten estar puesta en el deleite, no entienden diferencia alguna entre las bestias y los hombres, y los que quieren que en las prosperidades y honras, ni más ni menos se engañan, pues no hay cosa más constante que la felicidad ni más inconstante que las opiniones de los hombres y fortuna. Otros defienden consistir en la virtud, pero acontece que hombres muy virtuosos vivan en miseria y lloro, feos, necesitados y enfermos y privados de lo que más desean y aman.



APPENDIX



Parecióle a Aristóteles, y a muchos de los antiguos, consistir la felicidad en las cosas humanas, y conseguir los hombres en la carne su más dichoso fin, pero la fe nos descubre este engaño y enseña que está puesta en entender y amar la cosa más excelente que es Dios. Lo cual, aunque en esta vida acontezca a los buenos en enigma y espejo, pero cara a cara, solamente después de la muerte en la gloria de Dios, donde, y no en otra parte, se halla aquel estado perfecto, en que concurren, sin mezcla alguna de mal, la universidad de todos los bienes.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS