CAPÍTULO IV

En qué consista la felicidad, y cuál sea el discípulo a quien toque oír esta doctrina

Por lo cual, como paresca haver sentido diversos diversas cosas del fin más excelente, que llaman todos bienaventuranza, tocaremos nosotros la verdad dello, si comenzáremos de las cosas más claras y notorias, cuales son las mismas acciones humanas. Converná también que el que ha de oír o leer venga bien acostumbrado e instruido, u obedezca a quien le mandare, y el que no hiziere lo uno u lo otro desto sepa que será inútil para semejante doctrina, según que lo cantó Hesíodo, diziendo: Aquel se puede tener por muy bueno que de sí lo sabe todo, con preceptos que después y siempre son mejores. También es aquel bueno que obedece al que bien le aconseja. Pero el que de suyo no sabe, ni oye a otros para que entienda lo bueno, será inútil y fuera de razón.