CAPÍTULO III


Que no haya en esta ciencia demostración sino razones probables, y cuál sea el discípulo hábil para aprovecharse de semejante doctrina


Pero el que enseñare esta ciencia no podrá aprovecharse de certísimas demostraciones porque no se puede dar muy eficaz razón de aquellas cosas que consisten en las acciones humanas, pues no hay cosa más variable que ellas, y aun el que quisiere aprenderla no espere declaraciones curiosas, sino vulgares, y tales que sólo sean parte para mover y no para convencer. De donde se sigue que el mancebo, como aquel que no está versado en las acciones humanas, y es rendido a los vicios, estragado el juizio de la razón, no se deve tener por oidor suficiente de aquesta facultad. Será pues hábil para oírla el que subjectare todos sus afectos al uso de la razón. ,

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS