CAPÍTULO VIII


Del oído


También al que ha de oír es necesario se le ofrezca sonido, el cual se engendra de la colisión de dos cuerpos duros, o de cualquiera grande impulsión de aire, porque las cuerdas de los instrumentos músicos ni topan con otro cuerpo alguno ni arrojadas hazen sonido, pero solamente son con aire impelidas; el cual, porque no se dé vazío, sucede con ímpetu y suple las vezes del cuerpo algo duro, y hazen principalmente bien sonido aquellas cosas que participan más de aire, por lo cual el cobre y la plata le hazen más suave y mejor que no el plomo, y en lo cóncavo reverbera mejor la voz que no en lo llano, hiriendo el aire que está allí encerrado asimismo sin poder salir. También suena mejor lo que es llano que lo áspero, por hazerse en lo llano la expulsión igual, y en lo áspero no. El eco no es sonido sino respuesta de sonido: éste se haze cuando el sonido que anda a la redonda buelve reverberado por otra parte, porque como la piedra echada en el agua haze ciertas hondas en redondo, ansí el sonido que se engendra en el aire tiene sus círculos, los cuales multiplica hasta los oídos para que puedan oírse muchas vezes también las cosas que se hazen lexos, y porque no viene el sonido mismo al oído, quitándonos la fuerza del oír el sensible que sobre el mismo sentido se pone, pero una semejanza del sonido. Por tanto aquella semejanza tendrá sus círculos, los cuales también se harán sucediéndose los unos a los otros, porque aunque el sonido que representa se pueda de sí súbito introduzir, pero porque al cual de hecho representa se mueve, es necesario que mientras sigue la agena naturaleza él también se mueva por sucesión. Muévese súbito la semejanza del color, y prodúzese en un puncto, porque el color permanece, y como a dos que miran una misma cosa no les parece dos sino sola una, ansí también a dos que oyen se les representan, no dos, mas un solo sonido, como las semejanzas de un mismo sonido se representen las mismas, aunque algunas vezes acontezca que se oya una cosa o parezca dos cuando se reverberan grandes imágines de colores o de sonidos.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS