CAPÍTULO VII


De la virtud de la gravedad


Pero la virtud que se exercita acerca de la verdad, del dicho o del hecho, se dize gravedad, constituyda entre la ironía y ostentación, y ansí es necesario que mientan los que están en los dos extremos, porque los ironistas o disimuladores hazen las cosas menores de lo que son y los encarecedores las engrandecen. Pero el varón grave declara la verdad, cuenta los dichos y hechos como se dixeron e hizieron, y si el varón grave y sabio huviere de mentir por causa de algún grande provecho, deve inclinar antes a ironía que a encarecimiento y ostentación; porque son los excesos pesados y odiosas las demasías; otros hay que mienten sin tener algún fin, más que deleitarse mintiendo y encareciendo las cosas, y éstos antes se han de tener por vanos que por malos. Otros por cobdicia de honra y gloria, y éstos se deven culpar menos por cobdiciar cosa tan excelente; algunos se mueven a mentir con esperanza de aprovecharse, y este linage de hombres es el peor de todos porque los que desean honras fingirán cosas de que les parezca que podrán ser alabados y tenidos por dichosos, pero los que enderezan el encarecimiento y ostentación a la ganancia fingen cosas que con dificultad pueden ser conocidas de todos, según que acontece a los adivinos y médicos. Pero de la ironía usan unos contradiziendo a la doctrina, ingenio, y sabiduría de las cosas admirables, como Sócrates lo hazía; otros, en diminuir y atenuar aquellas cosas, las cuales ellos sienten ser vilísimas, y a ninguno son obscuras. Éstos fácilmente son menospreciados, porque el demasiado defecto y atenuación inmoderada tiene razón de exceso. Y aunque haya algunos hombres inclinados a engrandecer y otros a menospreciar y diminuir las cosas, pero según que lo oí un día tocar delicadamente a don Hernando de Cardona, almirante de Nápoles, señor de entendimiento excelente y de sabia y agradable conversación, por la mayor parte encarecen los hombres las cosas que otros no han visto, por parecerles que en aquella parte los vencen, y diminuyen y atenúan las que han visto, porque ansí creen también adelantarse y mostrarse excelentes dando a entender que han visto otras mayores o que tienen tanto vaso que estiman aquellas en poco.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS