Tracta de la virtud intelectiva y moral, del exceso y defecto, del deleite y dolor, del afecto, potencia y hábito. De la mediana de la virtud moral, qué sea, del vergonzoso, estúpido y desvergonzado, del indignado, envidioso y malévolo. De la oposición de los extremos entre sí, y de los extremos con el medio, y de los preceptos que guían los hombres al medio.
Que las virtudes intelectivas se adquieren con doctrina, y las morales con uso no natural ni preternaturalmente
Como nazcan las virtudes morales de uso, y las intelectuales de doctrina, ningunas dellas estarán en el hombre naturalmente. Porque naturalmente están en el hombre aquellas cosas que nascen luego de la misma naturaleza, no de algún exercicio, pero ni havemos de pensar que estén contra natura en nosotros; porque no puede nascer o hazerse cosa contra natura. Y si las acciones derechas hazen virtud y las malas la corrompen, necesario es que tengan grande fuerza en toda la vida aquellas cosas en que cualquiera se acostumbra desde su niñez y terneza.
TOMO VI.
ESCRITOS VARIOS