CAPÍTULO VIII

De la Galaxia

La Galaxia o Vía Láctea no se debe tener por cometa, como parezca a todos una misma y colocada en un mismo lugar, porque es parte del octavo cielo y verdaderamente doblada, ni muy rala ni muy espesa, y corta siempre pasando por Capricornio y Gémini. Pero creen algunas vezes que se haga la Galaxia de la lumbre de muchas estrellas juntas, recogidas en longitud, y esto no es maravilla, porque puede ser que sea ésta la Galaxia o Vía Láctea, como lo sintió Aristóteles.

También los vientos se hazen exhalaciones calientes y secas. Éstas, huyendo de su contrario y subiendo, hieren a otras. Porque cada cosa huye y teme lo que le contradize, lo cual se vee claramente en el fuego, porque el humor que está en la leña verde echada en él se va por el extremo y huye del calor y de la sequedad y es el viento de materia delgada, porque no puede verse y por eso sopla al través porque como sean las exhalaciones de que se hacen los vientos delgadas, son embiadas y expelidas a los lados fácilmente. Estando a causa de su delgadeza subjectas a cualesquier impedimentos, y como el sol para levantar las sobredichas exhalaciones haze camino con el calor, ansí el frío, abriendo el sol las vías, los atapa y tiene allí los vientos encerrados, y el calor grande resuelve, por lo cual solamente en el verano y otoño, que son tiempos más templados, hay más vientos y tempestades mayores. Sale a vezes el viento de alguna nube rompida, donde está encerrado, pero desto más abaxo hablaremos.

Muchas vezes refrenan las grandes lluvias a las exhalaciones que suben y aplacan los vientos, y las pequeñas las corroboran y esfuerzan. De donde viene que convierten en su naturaleza aquellas aguas porque fácil y osadamente acometemos a aquellos que nos son en fuerzas inferiores, y ansí las aguas, ofendiendo la tierra, la fuerzan, hallándola desecada, a exhalar y causar vientos. Son entre ellos más desasosegados los que están debaxo de los polos, porque se atapan en estos lugares en el frío los caminos algo más que en el cielo equinoccial, donde se disuelven las exhalaciones que salen con el calor cercano del sol.