CAPÍTULO TERCERO


Del baño de las niñas


[SPR,II,215.] No de otra manera acostumbraban bañar a las niñas recién nacidas, aun cuando, además de las enumeradas, la partera usaba [SPR,II,216.] también otras oraciones. Tomando, pues, agua en la mano, se la instilaba en los labios y decía: Hija, abre la boca para que puedas recibir a la diosa Chalchiutlycue, esto es, adornada con esmeraldas, bajo cuya guardia se concede gozar de esta luz”. Bañando el pecho con la misma mano murmuraba de prisa:29 “Recibe el agua que refrigera, limpia y fortalece”. Llevaba la misma mano a la cabeza y agregaba: “Recibe a Chalchiutlycue, diosa helada de las aguas, y perpetuamente móvil como a quien nunca pudo vencer el sueño. Que se deslice hasta tus entrañas y se adhiera a ti, para que perseveres vigilante y no te invada el mal sopor”. Lavándole las manos añadía: “Hurto, apártate de la niña”. Después poniendo debajo {del agua} las ingles, en voz baja: “¿Adonde te escondes, adversa fortuna? Aléjate de la niña expulsada por las fuerzas del {agua} frígida”.30 Terminadas estas cosas, llevaba a la infante al interior de la casa y la ponía en la cuna diciendo las siguientes preces: “Oalticitl, madre de [Yoalticitl] todos, el dios del nono cielo creó esta niña y la echó a este mundo calamitoso, te pido (puesto que a ninguna otra de las diosas [SPR,II,217.] le concierne el deber de custodiar y de sostener a los niños recién nacidos) que la admitas en aquél tu seno. A ti también, dios de la noche, Yohoalteuhtli, al cual es [Yoaltecutli] dado conceder el sueño, te ruego que estés presente y que hagas que duerma plácida y tranquila”. Después hablaba en alta voz a la cuna diciendo: “Madre de los infantes y guardián de los niños, recibe a esta recién nacida en tu seno y protégela”. Era costumbre de todas las paridas, cuando se ponía por primera vez a los recién nacidos en la cuna, saludarla y llamarla madre universal de todos los mortales, y rogarle que recibiera benignamente al niño y celebrar el día con gran alegría e hilaridad.








29 En el original, entre las palabras murmurabat y accipe de la línea 7 y arriba de ellas se lee ingens. Jesús Gómez lo incluyó en el texto entre las palabras susodichas y el señor Troncoso puso una llamada a una nota al pie de la página de Jesús G6mez, en la cual nota dice: “Este vocablo está de letra del corrector, entre renglones, escrito así: ingens sin punto. Paréceme que, o sobre, o más bien que ingens ha de ser urgens”. Como es muy probable que el señor Troncoso tenga razón, aun cuando nada se encuentra en Sahagún para apoyarlo, he traducido “de prisa”.

30 {Y en otros lugares}: gelida: {agua} frigida; frigidam, usado sin el sustantivo aquam, lo que es clásico. Celso, I, 5.

TOMO VI.

ESCRITOS VARIOS