CAPITULO XXIII


De las cisternas y cal y especies de arena y de la mezcla de arena y cal, y de los defetos de edificar y techumbres y colunas


Hanse de hazer las cisternas1 con cinco partes de arena pura y áspera y dos de cal muy vehemente y fuerte y fragmentos de pedernal que no excedan de una libra, y así se ha de pisar un suelo deseo con unos pisones ferrados y de la misma manera las paredes. Más provechosa cosa es que las cisternas sean dos, para que en la primera se asienten los excrementos o inmundicias del agua, y que de allí pase después por un colador, a la otra cercana, el agua muy pura y limpia. Catón Censorio reprueva la cal hecha de diversas especies de piedra. De piedra blanca es mejor que de piedra dura y más útil para edificios. La que se haze de piedra hueca fistulosa es buena para blanquear las paredes. Para uno y otro se reprueva la de pedernal. La misma es más útil de piedra cavada que de la que se toma de las riberas de los ríos. Y más útil de piedra molar, porque es su naturaleza algo más pingüe. Cosa es admirable que haya alguna cosa que después de haverse quemado se encienda con las aguas. De la arena hay tres diferencias. Una que se cava de la tierra, a la qual se deve añadir la quarta parte de cal. A la de ríos o marina, la tercera. Y si se añade la tercera parte, a la teja machacada, será mejor material. Desde el Apenino hasta el Pado no se halla cavadiza ni marina; la principal causa de las ruinas de la ciudad de Roma es que, por hurtar o ahorrar la cal, componen los cimientos sin aquello que es necesario para que afierren. También, mezclada, mientras más añeja es mejor. Hállase en las leyes de las obras de casas antiguas que, el que las tomava a destajo, no pudiese usar de cal que fuese más fresca que de tres años. Y por esto ningunas hendeduras o quiebras afearon el blanqueo de sus paredes. Y si no se ha jaharrado tres vezes con arena y dos con mármol, no tiene el blanqueo mucho lustre. Las partes que tienen humedad o que las daña el salitre es más útil bañarlas debaxo con barro de tejas. En Grecia se usa pistar en morteros con pistaderos de madera la arena que se ha de poner debaxo del blanqueo. La prueva de que la masa de mármol está bien masada para el jaharro es quando no se pega al legón. Al contrario es en el blanqueo, que quando la cal está bien macerada se pega como engrudo, pero no se deve macerar sino echada en terrón. En Elide está el templo de Minerva, en el qual Panneo, hermano de Phidia, echó un blanqueo masado con leche y azafrán, como algunos cuentan. Y, por esta causa, si hoy refriegan allí con el dedo una saliva, dizen que da olor y sabor de azafrán. Las colunas, mientras más espesas se ponen en el templo, parecen más gruesas. Hay dellas quatro diferencias: las que tienen la sexta parte de la altura en el grueso de abaxo, se llaman dóricas; las que tienen la novena se llaman jónicas; las que la séptima, toscanas. Las corinthas tienen el mismo orden que las jónicas, pero tienen esta diferencia: que los capiteles de las corinthias tienen el mismo alto que es el grueso de las colunas por abajo, y por esto par en más delgadas. Porque el alto de los capiteles de las jónicas tienen In tercia parte del grueso.2 El orden antiguo del alto de las colunas era la tercia parte del ancho del templo. En el templo de la Diana Ephesia, de la qua! tratamos primero, se comenzaron a poner basas debaxo de las colunas y añadir encima capiteles.3 Y agradó que el grueso fuese la ocava parte del largo y que las basas tuviesen la mitad de grueso y que se les quitase a las colunas por lo alto la séptima parte del grueso. Fuera déstas hay otras colunas que se llaman átticas, con quaero ángulos y con igual distancia de los lados.


EL INTERPRETE

1(Cisternas), o algives. 2(Tercia parte del grueso). Raphael Volaterrano, en Comment., lib. 27. 3(Añadir encima capiteles). Desto Vitruvio {y} Sebastiano Serlio.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a