CAPITULO XXII


De piedras de morteros medicinales y de piedras blandas y de la piedra specular, de los pedernales y fengite y piedras de toque y de otras piedras para edificios que resisten al fuego y a las tempestades


También tuvieron cuydado los autores de las piedras de los morteros, y no sólo de los medicinales o que pertenecen a la pintura, y entre éstas antepusieron a todas las demás la piedra ephesia, y luego tras ésta la tebayca, a la qual llamamos pyrrhopezilo: algunos la llaman psaronio. La tercera es la chrisite de Chalacio. Pero los médicos la llaman basanite. Porque esta piedra no gasta de sí cosa alguna. Pero aquellas piedras que dan alguna cosa de sí, se tienen por útiles para los ojos y por esta causa son grandemente aprovadas las ethiópicas. Pero la piedra tenaria y pénica y hematite dizen ser provechosas para aquellos medicamentos que se componen de azafrán, pero la otra piedra tenaria, que es negra, y la piedra pario no es tan útil a los médicos: mucho mejor es de alabastro egipcio o de ophite blanco, porque ésta es género de piedra ophite o serpentina, de la qual se hazen vasos y peroles. En Siphno hay una piedra que se ahueca y se tornea para hazer vasos útiles para cozer los manjares o para echar los guisados, lo qual sabemos que se haze en Italia en la piedra verde de Como. Pero en la piedra de Siphno es particular que, calentada con azeite, se haze negra y se endurece, siendo naturalmente blandísirna. Tanta es la diferencia de sus calidades, porque también detrás de los Alpes hay muchos exemplos notables de piedras blandas. En la Provincia Bélgica cortan una piedra blanca con la misma sierra que cortan la madera, y más fácilmente, para ponerlas en lugar de tejas o canales; o, si les da gusto, para hazer las que llaman pavonáceas,1 que son cierto género de cubiertas, y éstas es cierto ser fáciles de cortar. Pero la specular2 (porque ésta tiene también nombre de piedra) es de mucho más fácil namraleza para henderse por qualquiera parte en sutilísimas láminas. Sola la España Citerior clava antiguamente esta piedra, y no toda, sino dentro de cien mil pasos alrededor de la ciudad de Segovia: pero ya se halla en Cypro y en Capadocia y Sicilia, y poco ha se ha hallado en Africa, pero todas son inferiores en bondad a las de España; las de Capadocia son blandísimas y anchísimas, pero obscuras. Haylas también en tierra de Bolonia, parte de Italia, pero pequeñas y manchadas, y están asidas y abrazadas con pedernal, cuya naturaleza parece ser semejante a la de aquellas que sacan en España cavadas de los pozos muy hondos. También se halla debaxo de tierra, encerrada en piedra, y sácase o córrase. Pero por la mayor parte es de naturaleza fósil, cubierta de tierra dividida por sí a manera de semilla, y nunca hasta aora se ha hallado mayor que de cinco pies. Algunos entienden ser ésta humor de la tierra que se quaja y hiela a manera de cristal, y que se endurezca y convierta en piedra muéstrase claramente, porque cayendo las fieras en semejantes pozos, las médulas de sus huesos se convierten también en la misma naturaleza de piedra después de un invierno. También algunas vezes se halla negra. Pero la blanca tiene una naturaleza admirable, porque siendo de conocida blandura resiste mucho al sol y al frío y no se envejece si no la ofenden, sucediendo esto en los cimientos a muchos géneros de piedras. También hallaron otro uso en sus ramentos, esparciéndolos en el Circo máximo para los juegos circenses, porque esté adornado el suelo con su blancura. En tiempo de Nerón, emperador, fue hallada en Capadocia una piedra dura como mármol, blanca y transparente, aun también por la parte que tenía unas venas rubias, y por esto llamada phengites3 de su efeto. Con ésta estava edificado el templo de la Fortuna, a la qual llaman Seya, consagrada del rey Servio, que la rodeó con su Palacio de oro, y así cerradas las puertas4 entre día, havía allí un resplandor y claridad de un sol, no de otra suerte que si reberverara de piedras especulares, como con luz encerrada y no embiada de otra parte. También en Arabia escrive Juba haver una piedra transparente, a manera de vidrio, de la qual usan en lugar de espejos.

Pero bien será pasar aora a tratar de las piedras convenientes para algunas obras, y primeramente se ofrecen las piedras llamadas cotes para aguzar el hierro. Hay déstas muchos géneros: las de Candía fueron loadas mucho tiempo. En segundo lugar estuvieron las lacónicas, del monte Taygeto, y unas y otras tienen necesidad de azeite. Entre las piedras de agua para amolar fueron muy loadas las de la isla de Naxo, y tras éstas las de Armenia, de las quales ya hemos dicho. Las de Cilicia tienen gran fuerza con azeite y agua, y las arsinoéticas con agua. También se han hallado en Italia, que trayéndose con agua dan para el corte agudísimos filos. Y también de la otra parte de los Alpes, las que llaman pasérnices. La quarta especie es de aquellas que aprovechan con la saliva de los hombres en las oficinas de los barberos, aunque inútiles por su frágil blandura. Las flaminitanas de la España Citerior en este género son las más principales. La demás multitud de piedras de todo punto es inútil para los edificios por la mortalidad de su blandura. Pero algunos lugares no tienen otra, como Carthago en Africa. Excercítase con las crecientes y saltdas del mar, refriégase con el viento y azótase y bátese con la lluvia. Pero defiéndense los edificios con cuydado, empegando las paredes, porque lo revocado con cal se roe y carcome. Y así, discretamente, se dixo que para las casas usan de pez y para los vinos de cal,5 porque así conservan y adovan el mosto. Otra piedra blanda hay junto a Roma, en el Fidenato y en el Albano. También en la ribera de Génova y Umbría y Venecia hay una piedra que se corta con una sierra dentada. Estas piedras son tractables y fáciles de labrar en las obras, y sufren trabajo solamente debaxo de cubierta. Pero con la lluvia y hielo y escarchas se rompen descostrándose, ni tampoco son fuerces contra las aguas y vientos del mar. Las tiburtinas son fuertes para todo, pero con el vapor húmedo se deshazen. Los pedernales negros son los mejores. En algunas partes son también bonísimos los que roxean. Y algunas vezes los blancos, como en el campo tarquiniense, en las pedreras anicianas, junto al lago Volsiniense. Y en el Statoniense hay unos que aun el fuego no los haze daño. Estos mismos, puestos en los sepulcros, permanecen incorruptos contra la antigüedad del tiempo. Déstos se hazen moldes en que se funden los metales. Hay también una piedra verde que resiste poderosamente al fuego, pero en ninguna parte se halla copiosa: y donde se halla es piedra y no guijarro. De las demás, la que es amarilla raras vezes es útil en los cimientos. La piedra globosa es fuerce contra las injurias, pero infiel para edificios, si no es arada con mucho encadenamiento. Tampoco es más cierta la de los ríos, porque siempre está como mojada. El remedio en la duda desta piedra es sacarla en el estío y no ponerla en edificio cubierto, hasta pasados dos años, porque esté domada con los tiempos. Las que déstas huvieren recebido daño, se acomodan más útilmente en edificios debaxo de tierra, y las que han resistido seguramente se pueden poner al ayre descubierto. Los griegos edifican paredes de piedra dura y pedernal, igualado como de ladrillo. Y quando lo hazen así, llaman a este modo de edificar isodomon; pero, quando las edifican con desigual grueso, pseudlsodomon. El tercer orden de edificar se llama emplecton, quando solamente las frentes de las piedras están pulidas y las demás las asientan como vienen. Y es necesario que se haga cada hilera, de suerte que las comisuras vengan a caer en medio de las piedras antecedentes y cambién en medio de la pared, si es posible, y si no por entrambos lados: y en medio de las paredes se ha de mazizar con el ripio y pedazos de las piedras quebradas. Dictiothecon llaman a un modo de edificar en forma de red, el qua! usan frequentemente en Roma, acomodado para hendeduras. El edificio eleve corresponder a la regla, cartavón y plomada.


EL INTERPRETE

1(Pavonáceas). Cubiertas de portadas y de quadros, hechas como colas de pavón. 2(Especular). De que se hazían antiguamente los espejos. Esta es la que llamamos hieso de espejuelo. Las obscuras son las pizarras. 3(Phengites). Piedra llamada así de phegsos, que es resplandor. 4(Cerradas las puertas). Comúnmente leen “abiertas las puertas”, pero mal. 5(Vinos de cal). Cal en el vino para guardarlo, usado en Africa y hoy se usa en algunas partes de España, con harto daño de la salud.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a