CAPITULO XVII

De piedras que consumen muy presto los cuerpos encerrados en ellas y de otras que los conservan mucho tiempo, y de la piedra asio y sus medicinas

Dizen que la piedra de la isla de Sciro, estando entera, anda por encima del agua y la misma, desmenuzada, se hunde. En Aso, de Troya, la piedra sarcóphago se corta con vena, que se hiende a la larga. Los cuerpos de los difuntos, encerrados en ella, es cierro que se consumen dentro de quarenta días, si no es los dientes. Muciano escrive también que los espejos y raedores con que se limpian en los baños, y las vestiduras y calzado encerrado en ellas, se convierte en piedra. En Licia y en el Oriente hay piedras desta naturaleza que, ligadas a los vivos, roen también sus cuerpos. Más blanda y suave es para conservar los cuerpos y no consumirlos la piedra chersonites, muy semejante al marfil. En la qual dizen que fue guardado el cuerpo de Darío. La piedra llamada poro es semejante al mármol pario en la blancura y dureza, pero pesa menos. Teophrasto escrive que se hallan en Egipto piedras transparentes, las quales dize ser semejantes al ophite, y posible es haverla havido entonces, porque éstas faltan y se hallan nuevas. La piedra asio es de gusto salado; mitiga la gota teniendo los pies metidos en un vaso labrado della. Fuera desto, todos los males de las piernas se sanan en estas canteras y al contrario, reciben daño en las de todos los metales. Lo molido, hecho harina, de la misma piedra, se llama flor, la qual es eficaz para muchas cosas. Es semejante a la piedra pómez roxa. Mezclada con el cobre cyprio enmienda los males de los pechos de las mugeres y, con pez o con resina, resuelve los lamparones y tumores planos, y en lamedor aprovecha a los phthísicos. Con miel, sana las llagas viejas hasta cicatrizarlas. Consume la carne crecida y es útil a las mordeduras de las bestias. Seca lo que impide la curación y la materia supurada. Házese también della cataplasma para la gota mezclada con harina de havas.