CAPITULO VIII


De la edad de la pintura, que mostrará trecientos y cinco cosas notables de obras y artífices


Aora haré relación con la mayor brevedad que pudiere de los hombres célebres en esta arre, porque no es del instituto desta obra hazer deseo largo discurso. Y así, será suficiente nombrar algunos, o de paso o haziendo mención de otros, excepros los de obras famosísimas, las quales también convendrá tocarlas, o duren aora o hayan ya faltado. No concuerda en esta parte la diligencia de los griegos, celebrando, después de tantas olimpiadas, así pintores como autores estamarios. Y primeramente en la olimpiada noventa, como se diga que el mismo Phidias havía sido al principio pintor y que en Achenas estava un escudo pintado de su mano. Y, fuera deseo, confiesan todos que en la Olimpíada ochenta y tres fue Panco, su hermano, el qua! pintó también en Aegide por dedentro el escudo de Minerva, la qual havía hecho Colotes, dícipulo de Phidias, y le ayudó a hazer el Júpiter Olímpio. ¿Qué diremos? Que también es cosa cierta que Candaule, rey de Lidia, el último de los Heráclides, el qual también fue llamado Mirsilo, compró una tabla de Bularcho, pintor, en que esrava pintada la batalla de los Magnetes, por otro tanto oro como pesava. Tanta era ya la estimación de la pintura. Y esto es necesario haver sucedido cerca de la edad de Rómulo, porque Candaules murió en la Olimpiada décima orava, o (como otros dizen) en el mismo año que murió Rómulo, si no me engaño, escando ya esta arte con fama y con perfección. Lo qual, si se recibe, es necesario que juntamente se entienda ser mucho más antiguos sus principios, y aquellos que pintaron monocrómatas (de los quales no se dize la edad) haver sido, algún tiempo ames, Higienonte, Dinia, Charma y el que primero diferenció en la pintura, estando ya acabada en los huertos Lamianos. atrevió a imitar todas las figuras, y Cimón Cleoneo, el qual pulió y perficionó lo que él havía inventado. Este halló la catagrapha, esto es, las imágenes escorzadas, y formar variamente los rostros, mirando enfrente y sospechando de lado y menospriando hazia tras. También distinguió los miembros con sus junturas y artejos. Mostró las venas y, fuera desto, en la vestidura halló los pliegues y senos. Y Paneo, hermano de Phidia, pintó también la batalla de los arhenienses contra los persas, dada junto a Marathona. Tanto havía crecido ya el uso de los colores, y tan perfeta estava ya el arte, que en aquella batalla retrató al natural los capitanes de los athenienses, Milciade, Calímacho y Cynegiro, y de los bárbaros, Daris y Arrafernes.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a