CAPITULO XVII


Del estaño y plomo argentario y de algunos otros


El esrafio, puesto como bafio en los vasos de cobre, haze en ellos más agradable sabor y quita el olor del orín, y es cosa admirable que no aumenta el peso. También se templavan de ello en Brundusio, como diximos, loadísimos espejos, hasta que aun las esclavas los comenzaron a usar de plata. Aora se adultera y falsea el estaño, añadiendo la tercera parte de cobre blanco al plomo blanco. Házese también de otra manera, mezclando tantas libras de plomo blanco como de negro. A esto llaman aora algunos argentario. Los mismos llaman también terciario a aquel en que hay dos partes del negro y la tercera del blanco. Su precio es treynta dineros por libra. Con esto se sueldan los cañones. Los oficiales más perversos y cautelosos, añadiendo al terciario iguales partes del blanco, le llaman argentario y funden con ello lo que quieren y hazen el precio desto a ciento y treynta dineros por libra. El blanco solo por sí vale treynta dineros, y el negro diez y seys. La naturaleza del blanco tiene mucho de sequedad, y al contrario el negro es todo húmedo. Por esto el blanco no es útil para cosa alguna sin mixtura. Ni la plata se puede emplomar con ello, porque se derrite primero la plata. El blanco se mezcla en obras de cobre, por invención de los franceses, de tal suerte que apenas se puede diferenciar de la plata, y a estas obras llaman incóctiles. Después comenzaron a fundir y mezclar la plata de la misma manera, principalmente para ornamentos de cavallos y yugos de jumentos en la ciudad Alexia. La gloria y adorno en las demás cosas fue de los bitúrigos. Después comenzaron a adornar las literas, carrozas y coches, y de la misma manera llegó la superfluidad a hazer las sillas o asientos, no solamente de plata, sino de oro: y lo que se tuvo por prodigio verlo en las tazas, aora se llama adorno y autoridad, gastándose en los carros. La prueva del plomo blanco se haze en un papel que derretido parezca romperle con el peso y no con el calor. La India no tiene cobre ni plomo, y trueca estos metales por sus piedras preciosas y perlas. Usamos del plomo negro para hazer canales y láminas, el qual en España y por toda la Francia se saca con más fatiga. Pero en Inglaterra hay tanta cantidad por la superficie de la tierra que está estatuido por ley que no se pueda sacar sino una determinada cantidad. Los nombres de las especies de plomo negro son éstos: iovetano, caprariense y oleastrense. De la escoria no hay diferencia alguna, estando cozida con diligencia, y hay una cosa admirable en las minas de solos estos metales, y es que, dexadas, tornan a hazerse más fértiles. Esto parece que resulta de que, relaxados los espiraderos, entra el ayre suficientemente, como sucede en algunas mugeres que los abortos las hazen más fecundas. Y no ha mucho que se ha visto esto en la Andalucía, en la mina Santatense, en la qual dozientos afios antes se solía dar un sitio por diez libras cada año y, de pués que estava dexada y olvidada, se clava por cincuenta y cinco. De la misma manera, la mina Antoniana, en la misma provincia, por igual lugar llegó a quatrocientas libras de renta cada año. Y es cosa admirable que los vasos de plomo, estando con agua, no se derriten: y si en la misma agua se añade una piedra o un quadrante de metal, se quema y deshaze el vaso.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a