PROEMIO

Siguiendo el orden de las cosas, hemos venido a las últimas y más levantadas de naturaleza, y de sus exemplos, y el mismo orden espontáneamente ofrece un inmenso testimonio de su oculta potencia, de tal suerte que ni se puede buscar fuera dél otro mayor ni se puede hallar otro igual o semejante, venciéndose Naturaleza de sí misma y mostrándolo de muchas maneras. Porque ¿qué cosa hay más violenta que el mar o los vientos, y que los torvellinos y tempestades? ¿Con qué mayor artificio de los hombres ha sido ayudada Naturaleza, en alguna parte, que en mar con velas y remos? Añádase a esto la fuerza inenarrable de su recíproca corriente, y todo el mar convertido en río.