CAPITULO XIII


Remedios que se toman de animales para restañar la sangre y para los tumores de las heridas, y para llagas, heridas y otros males


El sebo del redafio de las ovejas restaña la sangre de narizes metido dentro. También el quajo desatado en agua, mayormente el de cordero, o sorbido por las narizes o infundido, aunque otras cosas no aprovechen. Enjundia de ansar con igual cantidad de manteca, aplicado en pastillas. Lo terreno y lodoso de los caracoles. Y también ellos mismos, quitadas las conchas. La sangre que corre de las narizes la restañan los caracoles pistados y emplastados en la frente; las telas de las arañas metidas dentro; los sesos de gallo detienen el fluxo de sangre aunque sea del cerebro; también la sangre de palomas, guardado y quajado por esta causa. Pero si corre demasiadamenre de herida la restaña admirablemente la ceniza de estiércol de cavallo con cáscaras de huevos quemadas puesto encima. El oesipo con ceniza de cevada y cardenillo en igual cantidad cura las heridas. También aprovecha para las llagas cancerosas y las que van cundiendo. También roe las márgenes de las llagas, y las ca rnes crecidas las iguala quitando su demasía. También llena lo falto, y las sana y cicatriza. También hay grande fuerza y virtud en la ceniza de estiércol de ovejas para las llagas cancerosas, añadiendo nitro o ceniza de los huesos de las piernas de corderos, principalmente en aquellas llagas que no se cicatrizan. También la tienen grande los pulmones de los carneros. Reducen eficacísimamenre a igualdad las carnes crecidas en las llagas. También, con el mismo estiércol de las ovejas calentado en una teja y aplicado, mitiga las hinchazones y rumores de las heridas; las fístulas se limpian y sanan; también las epiníctides. Pero sobre todo tiene gran virtud la ceniza de la cabeza de perro: porque todas las excrecencias las gasta y roe, y de todo punto las sana, como si fuera espodio. También se raen y limpian con estiércol de ratones. También con ceniza de estiércol de comadreja. El cientopiés pistado, mezclado con resina terebintina y sinópide, quita también las durezas de lo profundo de las llagas y lo canceroso. Y las mismas cosas son utilísimas en aquellas llagas que tienen peligro de gusanos. Fuera de esto los géneros de los mismos gusanos tienen admirables efetos. Las carcomas que nacen en la madera sanan todas las llagas. Y quemadas con igual peso de anís y hechas linimento con azeite, curan las llagas malignas llamadas nomas. los de la tierra cierran las heridas frescas, de tal manera que aun los nervios cortados, poniéndolos en linimento, se tiene por cierto que los junta y consolida dentro de siete días: y por esto los conservan en miel. La ceniza de éstos consume las márgenes más duras de las llagas con pez líquida o miel simblio. Algunos usan de ellos para las llagas, secos al sol y desleídos en vinagre, y no los quitrul hasta pasados dos días. De la misma manera aprovechan las partes térreas de los caracoles; y sacados todos de la concha, pistados y puestos encima, cierran y sueldan las heridas frescas y refrenan las llagas maliciosas. También llaman los griegos herpes a un animal, con el qual principalmente se sanan todas las llagas que van cundiendo. Los caracoles, también triturados con sus conchas, aprovechan para ellas, y mezclados con mirra y incienso dizen que sanan también los nervios cortados; y la enjundia de los dragones seca al sol los haze grandísimo provecho. También el cerebro de gallo a las llagas recientes, tomado en manjar con sal de vívoras. Dizen también que se hazen con esto más tratables las llagas viejas, y se sanan con más presteza. Antonio Musa, médico, quando se le of recían llagas insanables, daba a comer vívoras, y las sanaba con admirable celeridad. La ceniza de crixálides1 con miel quita las márgenes duras de las llagas. También la ceniza de estiércol de palomas, con arsénico y miel, quita lo que es necesario raer. El cerebro del búho con enjundia de ansar, dizen que cierra y junta admirablemente las heridas. Pero aquellas que se llaman cacoetes, la ceniza de las corbas del carnero con leche de muger, haviéndolas primero lavado diligentemente con unos liencecicos. La abubilla, ave, cozida en azeite y mezclando con el graso derretido manteca de vacas y miel. los labios duros de las llagas se ablandan con abejas muertas en miel. Y la elephancia, con sangre y ceniza de comadreja. Las heridas y señales de los azotes se encubren poniendo encima pieles frescas acabadas de quitar de las ovejas. Las fracrucas de los artejos, particularmente, las cura la ceniza de las corbas de las ovejas: y más eficazmente con cera. El mismo medica mento se haze de las quijadas quemadas juntamente con el cuerno de ciervo, y con cera ablandada con azeite rosado. Los sesos del perro, hechos linimento y puesto con un liencecillo en los huesos quebrados, aplicadas encima unas lanas las quales se vayan después vafiando por debaxo con ellos casi en catorze días, los consolida. Y no haze csco más tarde la ceniza de ratón silvestre con miel o con ceniza de las lombrizes gusanos de la tierra, la qual saca también los huesos. El pulmón de ganado ovejuno, y principalmente el de carnero, reduce a su color las cicatrizes, y el sebo con nitro; ceniza de lagarto verde; el pellejo que se desnuda la culebra el verano, cozido en vino; estiércol de palomas en miel. También las manchas blancas en vino. Para la lepra blanca o alvarazo aprovechan ta mbién las cantáridas con dos partes de hojas de ruda, estando al soy hanse de sufrir hasta tanto que hormiguee el cuero. Después es necesario fomen tarla y unrarla con azeite y tornar a poner el linimento, y hazer esto muchas vezes, teniendo cuidado que no se hagan profundas llagas. Para las mismas manchas o lepras blancas mandan poner por linimento moscas con rayz de espinacas; estiércol blanco de gallinas guardado en azeite añejo en una bujeta de cuerno; sangre de murciélagos; hiel de erigo desatada en agua. Pero el cerebro del búho con aphronitro mitiga la sarna, y sobre todo la sangre de perro. Los caracoles menudos, anchos, triturados y hechos linimento, quitan la comezón. El ratón abierto y puesto encima saca las puntas y astillas, cañas, astas y otras qualesquier cosas que se hayan de sacar que están hincadas al cuerpo. Y principalmente el lagarto abierto, o sola su cabeza machacada y aplicada con sal. Caracoles de aquellos que juntos persiguen las hojas, triturados con sus conchas y puestos encima, y aquellos que se comen sacados de sus conchas; pero eficacísimamente con quajo de liebre. Huesos de culebras con quajo de qualquier animal de quatro pies, dentro de tres días hazen el mismo efeto. También son loadas las cantáridas, trituradas con harina de cevada.


EL INTERPRETE

1(Trixálides). Animal semejante a langosta, aunque sin alas; algunos entienden ser grillo o chicharra, pero no canta.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a