CAPITULO XVII


Remedios para los melancólicos, lethárgicos, hidrópicos, para la herisipela y dolores de los nervios


El estiércol del becerro, cozido en vino, es remedio para los melancólicos. Despierta a los lethárgicos el lichen o empeyne del asno, hecho linimento, desatado en vinagre y aplicado a las narizes. El olor del cuerno de cabra o de sus pelos; el hígado del jabalí. Así se da a los que tienen profundo sueño. Medicinan y curan a los phtísicos el hígado de lobo en vino, el lardo de puerca hembra y flaca, sustentada con yervas, carnes de a no tomadas con su caldo. Este mal se cura principalmente en Achaya con este género de remedio. También dizen que aprovecha tragar por una caña el humo del estiércol seco de buey, pero que se haya sustentado con pasto verde. También, quemada la punta del cuerno de buey, toman cantidad de dos coclearios hecho píldoras con miel. No son pocos los que dizen sanarse la phthísica y la tos con sebo de cabras en puches de álica o, siendo fresco, derretido y desatado con vino mulso, de suerte que a un ciatho se añada una onza y se mezcle con un ramo de ruda. Cierto auror afirma que con un ciatho de sebo de cabra montés, y otra tanta cantidad de leche, convaleció a un phdsico desahuziado y dado por muerto. Algunos han escrito que la ceniza del estiércol de puerco ha aprovechado tomado en vino paso, y el pulmón del ciervo, principalmente del que es nuevo, secado al humo y triturado en vino; la orina de la bexiga del jabalí, dada a bever poco a poco, favorece a los hidrópicos, y más eficazmente la que se ha secado en su mesma bexiga; la ceniza de estiércol de ciervo, principalmente siendo nuevo, y también de buey: hablo de los ganados mayores. (Al qual estiércol llaman algunos bolbiton.) Tomando tres cochlearios en una hémina de mulso, de vaca para las mugeres y de buey macho para los varones: lo qua! encubrieron los magos como cosa misteriosa; también el estiércol del becerro macho, hecho linimento; la ceniza del estiércol de becerro con ygual cantidad de simiente de estaphilino,1 desatado en vino; sangre de cabra con su médula. Por más eficaz tienen la de cabrones, principalmente si se apacientan de lentisco. El unto o enjundia de oso se aplica por linimento para la erisipela, mayormente la que está junto a los riñones; el estiércol fresco de terneras o de bueyes; el queso de cabras seco con puerro; las raeduras de pellejo de ciervo sacadas con una piedra pómez, trituradas con vinagre. Para el rubor y encendimiento con comezón aprovecha la espuma del cavallo o la ceniza de su uña. Para las eflorecencias y salidas de flegma la ceniza de estiércol de asno con manteca; para las ronchas o granos negros el queso de cabras seco en miel y vinagre, en los vaños apartado el azeite. Para las postillas, la ceniza de estiércol de puerco hecho linimento con agua o la ceniza de cuerno de ciervo. Para las lisiones, el estiércol fresco de jabalí o de puerco doméstico, también el de ternera; la espuma fresca del berraco con vinagre, el estiércol de cabra con miel, la carne de vaca, sana el tumor o hinchazón, puesta encima. El estiércol de puerco, calentado en una teja y triturado con azeite, quita bonísimamente todas las durezas de los cuerpos. La enjundia de lobos, aplicada por linimento en aquellos tumores que es necesario romperlos, aprovecha mucho. El estiércol de vacas, calentado en la ceniza, y el de cabras, cozido en vino o en vinagre. En los diviesos, el sebo de vacas con sal, o, si hay dolor, mojado en azeite y derretido sin sal, y de la misma manera el de cabras. En las quemaduras, el unto de oso con rayzes de lirio, el estiércol de jabalí o puerco doméstico añejado, la ceniza de las sedas désros quitadas de los pinceles o brochas con que blanquean las paredes, triturada con enjundia, la ceniza del talón del buey, con cera y médula de ciervo, la hiel de roro, el estiércol de liebre. Pero el estiércol de cabras se dize que sa na sin dexar señal. Házese estremadísima cola de las orejas y genitales del toro, y no hay cosa que más eficazmente aproveche a las quemaduras. Pero ninguna cosa se falsea y adultera ygualmente, con qualesquiera pellejos viejos, y también quanto más blanca es, tanto es más aprovada. La negra y leñosa se reprueva. Para los dolores de nervios tienen por utilísimo remedio el estiércol de cabra, cozido en vinagre con miel, o podreciéndose el nervio. Las parees pasmadas o ofendidas con algún golpe curan con estiércol de jabalí, cogido el verano y seco. Así también se curan los que, domando cavallos o mulas de coches, han sido llevados arrastrando o heridos con las ruedas o, de qualquiera manera, magullados de suerte que rebienta la sangre, o puesto fresco por linimento. Hay algunos que tienen por más provechoso cozerlo en vinagre. Fuera desto, prometen por cosa saludable dar a bever aquel polvo en vinagre, en las roturas, heridas y dislocaciones. Las personas de más reverencia beven la ceniza hecha de ello desatada en agua, y queman que el emperador Nerón solía recrearse con esta bevida, quando así también se quería aprovechar en el trigario.2 Después déste entienden ser próximo a él en virtud el estiércol de puerco.


EL INTERPRETE

1(Estaphilino). Pastinaca, {en latín}. {En español}, zanahoria. Hay della dos géneros: hortense y agreste. A ésta llaman los griegos staphilinon agrion. Columela, lib. 10 y 11, c. 4; Dioscórides, lib. 3, cap. 55. 2(Trigario). Otros leen strigario, que entienden parte del circo donde puestos en orden corrían los cavallos.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a