CAPITULO IV


De algunas hechicerías y de la saliva del hombre

Según las invenciones de Pitágoras, dizen no engañar locamente asignar para los coxos y para los ciegos, y otros semejantes afectos, número desigual de vocales, de nombres impuestos para las partes derechas, y número igual o par para las izquierdas. Dizen que los partos dificultosos se facilitan y salen al momento si alguno tira una piedra y pasa con ella por encima del aposento en que está la preñada, o alguna arma arrojadiza de aquellas con que huvieren muerto tres animales, cada uno de una herida, que son hombre, jabalí y oso, y más provablemente haze esto una lanza gineta de cavallos ligeros, sacada del cuerpo de un hombre, si no huviere tocado la tierra, y llevada a casa de la preñada haze los mismos efetos. También las saetas sacadas del hombre, si no tocaren a la tierra, escriven Orfeo y Archelao que, puestas debaxo de los que están durmiendo en la cama, tienen fuerza de hazer amar. Más, que se sana la gotacoral comiendo la carne de la fiera muerta con el mismo hierro con que fue muerto algún hombre. Algunas partes de algunos hombres tienen virtud de medicinar, como diximos del dedo pólice del rey Pirro.1 En Elide se solfa mostrar una costilla de Pélope, la qua! afirmavan ser de marfil. Hazer cisuras en el rostro los nevos, aun hasta aora lo tienen muchos por cosa religiosa.

Ya enseñamos que la saliva del hombre, estando en ayunas, es remedio contra las serpientes, pero reconozca della la vida otros eficazes remedios. Escupimos la gotacoral, esto es, arrojamos fuera su contagio. De la misma manera repercutimos también la fascinación, o aojar, y el acometimiento del cogear de la pierna derecha. También pedimos perdón a los dioses, de alguna esperanza demasiadamente atrevida, escupiendo en el seno. Y por la misma razón escupir con tres deprecaciones, en qualquier medicina, es costumbre ayudar así los efetos. Quando empiezan los diviesos se presinan tres vezes con saliva en ayunas. Una cosa diremos admirable, pero fácil de experimentar. Si a alguno le pesare del golpe dado a otro desde lexos o desde cerca, y escupiere luego en medio de la mano con la qual hirió, al momento se alivia el herido de su pena. Esto se aprueva muchas vezes haviendó deslomado una bestia, que luego al momento con este remedio torna a andar derecha. Pero algunos agravan los golpes, echando de la misma manera la saliva en la mano antes de hazerlo. Creamos, pues, que los empeynes y lepra, continuando el untados con la saliva en ayunas, se quitan, y también la ceguera de los ojos lagañosos untándolos cada día por la mañana; las llagas cancerosas mezclando, con saliva, aristolochla redonda.2 El dolor de la cerviz, con saliva de hombre ayuno puesta con la mano derecha en la rodilla derecha, y con la izquierda en la izquierda. Si algún animalejo se huviere entrado en el oído, escupiéndole sale fuera. Usase por amuleto, en acabando de orinar, escupir en la orina y de la misma manera en el calzado del pie derecho, antes de calzarse, y también quando pasare por algún lugar donde huviere tenido algún peligro. Marción Smírneo, el qua! escribió de los efectos simples, dize que con la saliva rebientan las scolopendras marinas: también las rubetas y otras ranas. Ophilo dize que lo mismo sucede a las serpientes si alguno las escupe en la boca abierta. Y que se quita el torpor de qualquier miembro que esté adormecido por tocamiento de la salpa, si alguno escupe en el lado o si la palpebra superior es tocada de la saliva. Si nosotros creemos ser hechas estas y aquellas cosas convenientemente. Si entrando un forastero o si estando durmiendo el niño fuere mirado, se usa escupir su ama tres vezes.

Aunque con la religión se muda, también el dios Fascino,3 guarda, no sólo de los niños infantes, sino también de los emperadores romanos, el qual dios es reverenciado entre los romanos, sacrificios de las vestales, y como médico de la invidia defiende el carro de los que van triunfando, yendo debaxo dellos colgado, y los manda que le miren. Semejante es la medicina de la lengua, para que por detrás sea propicia la Fortuna, carnicera de la gloria.4 La mordedura del hombre se cuenta también entre las asperísimas y peores, y son su medicina las inmundicias y cera de los oídos, y porque no se admire deseo alguno, también aprovechan a las picaduras de los escorpiones y serpientes aplicadas luego, y mucho mejor siendo de las orejas del que ha sido herido. También dizen que se sanan así los panarizos. Pero la mordedura de las serpientes se sana con la harina del diente humano molido. El cabello primero que se corta a los niños dizen que mitiga el ímpetu de la gota de los pies ligado alrededor, y todo cabello de los que no han comenzado a echar bozo aplicado al dolor. También el cabello de los hombres, echado en vinagre, cura las mordeduras del perro; y en azeite o vino las heridas de la cabeza.

Y si lo podemos creer, dizen que el cabello del que hao quitado de la horca cura las quartanas. Y el cabello quemado, igualmente, las llagas cancerosas. El primero diente que se le cayere al niño, de suerte que no toque la tierra, encerrado en una manilla traído de ordinario en el brazo, dizen que impide los dolores de los lugares femíneos de las mugeres, y que el dedo pólice en el pie, ligado en el dedo más cercano a él, alivia los rumores de las ingles. Y en la mano derecha arados livianamente con lino, los dos dedos de comedio mitigan las distilaciones y cegueras de los ojos. También dizen que, ligando sobre el empeine del que padece piedra alguna de las que ha echado, mueve y expele las demás, y quita también los dolores del hígado y haze acelerar el parto. Granio añadió ser más eficaz para esto la piedra sacada con hierro. Apresura los partos vezinos, si el hombre de quien está preñada la muger, quitándose su ceñidor, la ciñe, y después se le torna a desceñir, añadiendo por precación que él la ató y él mismo la desatará; y dicho esto, irse fuera. Orpheo y Archelao dizen ser eficacísimo remedio para la esquilencia untarla coa sangre del mismo hombre, de qualquiera parte que se saque del cuerpo. Y si untan la boca de aquellos que han caído coa mal caduco, o gotacoral, se levantan al momento. Algunos dizen ser útil para esto, si punzando los dedos gruesos de los pies, y sacando dellos algunas gotas de sangre, se las echaren en la cara, o si una donzella le tocare con el dedo pólice derecho, pensando con esta congerura ser bien comer carnes vírgenes. Aschino Atheniense curava las esquilencías coa la ceniza de los excrementos quemados, y las llagas de las fauces y tragadero, y las que eran cancerosas. A este medicamento llamava botryón. Muchas especies de enfermedades se quitan a los primeros accesos venéreos y a las primeras purgaciones del mes de las mugeres, y si esto no sucede así, se hazen más largas, principalmente la alferecía. También dizen que los heridos de serpiente o escorpión se alivian coa el uso de Venus. Pero, las mugeres, con aquel acceso reciben daño. Afirman que no padecen mal de ojo ni lagañosas cegueras aquellos que, quando se lavan los pies, se tocan tres vezes los ojos con aquella agua. También afirman que se sanan los lamparones, paperas y males del tragadero, con el tocamiento de la mano de un hombre que haya muerto arrebatadamente. Algunos dizen que con la mano izquierda de qualquier difumo, buelta al contrario, se sigue el mismo efeto, pero que sea de su mismo sexo. También afirman ser remedio, para los dientes que duelen, morder un leño que haya sido herido de rayo, teniendo puestas las manos atrás, y, sacando dél alguna astilla, aplicarla al diente que duele. Algunos mandan sahumar el diente doloroso, con diente humano del mismo sexo, y poner ligado el diente que llaman canino, o colmillo, sacado del muerto que no se haya sepultado. La tierra quitada de la calavera dizen ser remedio para quitar los pelos de las pestañas, y que si en ella nace alguna yerva y la mascan se caen los dientes, y que no crecen ni pasan adelante las llagas, haziendo en ellas un cerco con algún hueso de hombre. Otros mezclan iguales cantidades de agua de tres pozos, y lo gustan en un vaso nuevo de barro: lo restante dan a bever en las accesiones de las calenturas tercianas. En las quartanas cuelgan al cuello un poco de un clavo de la horca, embuelto en lana o esparto de soga quitada de la horca, y en estando sano lo guardan en una caverna, que no llegue a tocarla el sol. Estas son invenciones o embustes de mágicos, como dezir que, puesta una piedra de aguzar las herramientas debaxo de las almohadas del que muere de hechizos, sin que lo sepa, descubrirá el indicio, diziendo él mismo qué es lo que le dieron y adónde y en qué tiempo, pero sin nombrar el autor. El que es herido de rayo, buelto y rodeado sobre la herida, dizen ser cierto hablar al momemo. Algunos curan los males de las ingles quitando un lizo de la tela, y dando en él nueve nudos o siete nombrando coa cada uno alguna viuda y despué ligando coa el lizo las ingles. Y mandan que los mismos heridos lleven ligado un clavo o otra cosa que hubiere pisado alguno, para que la herida no tenga dolor. Desasen y arrancan las verrugas después del día vigésimo de la Luna, estando echados a las puercas boca arriba mirándola, levantadas las manos sobre la cabeza y fricando allí cualquier cosa que cogen. El clavo del cuerpo, si alguno le estriega quando cae alguna estrella, dizen sanarse muy presto y midgarse el dolor de cabeza poniendo por Iinimemo en la frente el Iodo hecho en los quicios de las puercas con vinagre vertido en ellos. También el lazo del ahorcado rodeado a las sienes. Y si alguna espina del pez quedare asida a las fauces, caerse metiendo los pies en agua fría. Pero si es de otros huesos, poniendo sobre la cabeza algunos huesezillos del mismo hueso, y si estuviere asido pan, metiendo del mismo pan en entrambas orejas. Los gimnasios de los griego amigos de ganancia, aun las inmundicia y excrementos del hombre que salen por sudor pusieron por grandes remedios, porque aquellas raeduras ablandan, calientan, resuelven, llenan, haziendo con el sudor y azeite medicina. Aplícanse a las inflamaciones de la madre y a sus contracciones; desea suene mueven también los meses, ablandan las inflamaciones del asiento y las crietas. También mitigan los dolores de los nervios, las Iisiones y nudos de lo artejos.

Para estas mismas cosas son más eficaces los excrementos que se cogen de Jos baños, y por esto se mezclan con los medicamentos para hazer macería. Porque aquellos que son de ceromate, mezclado cieno, solamente ablandan los artejos; calientan y resuelven más eficazmente, pero para las demás cosas valen menos. Excede la fe y crédiro del cuidado vergonzoso,5 con que celebradísimos aurores claman y publican ser singular remedio contra las picaduras de los escorpiones las sordes o inmundicia de la parte viril. Dizen más, que, en las hembras aquellas que se hazen en el vientre de los niños en el mismo útero, antes de nacer de las madres, son útiles aplicadas abaxo contra la esterilidad: llámanlas meconio. Pero qué se puede dezir más, que las mismas paredes de los gimnasios las raían, Y también aquellas inmundicias dezían tener virtud de calentar: resuelven los rumores planos. Pónense por linimento en las llagas de los viejos y de los muchachos, y en las desolladuras y quemaduras.

Pero menos se deven pasar en silencio las medicinas que penden del ánimo del hombre. Tiénense. Por grandísimos remedios abstenerse de todo manjar o de toda bevida, y algunas vezes solamente de vino o de carne, otras vezes de baños, quando pide algo deseo la salud. Entre estos remedios se cuentan el exercicio, el levantar la voz, el rascarse suavemente con las uñas, porque la vehemente fricación espesa y atapa, la ligera ablanda; siendo mucha, enflaquece el cuerpo; la moderada le aumenta. Sobre todo aprovecha el andar a pie, o siendo llevado, y esto de muchas maneras. El andar a cavallo es utilísimo al estómago y a las caderas. La navegación a los phrhísicos, mudarse de un lugar a otro a las enfermedades largas. También se curan con el sueño o con el lecho, o con raros bómiros. El dormir boca arriba es útil a los ojos, y boca abaxo a la ros, y sobre los ladoo contra las distilaciones. Aristóteles y Paviano dizen que, cerca del verano y del otoño se sueña mucho, y más durmiendo boca arriba, y boca abaxo ninguna cosa. Teophrasto dize que, estando echados sobre el lado derecho, se haze más presto la cocción, y más dificultosamente estando boca arriba. También el sirio o suelo, que es el mayor de los remedios, de sí mismo se puede elegir para sí, como la vehemencia de los paños y de las fricaciones. Bañar la cabeza con agua caliente antes de la evaporación de los baños, y después con agua fría, se tiene por cosa muy saludable. También anteponerlos a los manjares y interponer agua fría, y anteceder con bevida de la misma a los sueños y, si gustaren dello, interrumpirlos. Es de advertir que ningún otro animal gusta de las bevidas calientes, y por esto no son naturales. Enjaguarse la boca con vino puro antes del sueño por causa de los vapores y aliento, y con agua fría por la mañana, tomando bocadas en desigual número, para preservarse de los dolores de dientes, y también bañar los ojos con posca para la ceguera y lagañas, son ciertas experiencias.


EL INTERPRETE

1(Del rey Pirro). También del rey de Francia se dize tener virtud su mano para sanar los lamparones. 2(Aristolochia redonda). Malum terrae de los romanos, ariscolochia rotunda et foemina de los latinos. 3(El dios Fascino). Honrado en forma de pudendo viril y traíanle por amuleto contra el ojo, colgado al cuello, y, para disimular más su torpeza, en forma de higa. Turner, lib. 9, cap. 28: Pueris turpiculares quedam in eolio mspenditur, ne quid obsit, bonae scevae causa. Rodiginio, lib. 4, cap. 6: Appendebat olim triumphantium currui Fascinus Deus, ut in authores fascinum reiceret, eosdemque fascinum et invidiam recipere iuberet. 4(Carnicera de la gloria). Otros leen: “Para que sea propicia la fortuna, por detrás carnicera de la gloria”. Plinio haze burla con razón de tales hechizerías y embustes. 5(Cuidado vergonzoso) llamó con razón Plinio el que tuvieron los amores antiguos en escrivir cosas indecentes y vanas.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a