CAPITULO IV


De la ethiópide y agerato y áloe y aoloea y adipo y alsina y androsace y androsemo y ambrosía y anoni y anagiro y anónimo


La ethiópide1 tiene las hojas semejantes al flomo, grandes y muchas, que salen vellosas desde la raíz; el tallo quadrado, escabroso, semejante al arcio, con muchas alas con cabo; la semilla semejante al hiero, blanca y doble; tiene muchas raízes, largas, llenas, blandas, pegajosas al gusto. Estando secas negrean, y endurécense de suerte que parecen cuernos. Nacen en Ethiopía, y también fuera della en el monte Ida de Troya, y en Messenia. Cógense en el otoño, sécanse puestas algunos días al sol, porque no se corrompan. Son medicamento para la madre. Bevidas en vino blanco curan la ceática; cozidas se dan en la bevida para los dolores de costado y aspereza de las fauces. Pero la que viene de Ethiopía es esrremada, y luego aprovecha. El agerato2 es como cañaherla, tiene dos palmos de airo, semejante al orégano, la flor con unas ampolluelas doradas. El olor desea yerva, quemada, mueve la orina y purga la madre, y mucho mejor a las que se sientan encima. La causa de darle este nombre no es ésta, sino porque está mucho tiempo sin marchitarse. El áloé3 tiene semejanza de cebolla albarrana, pero es mayor y de más gruesas hojas estriadas al través. Es su rallo tierno, por medio roxo y semejante al anchérico: tiene una raíz como hincada con un palo en la tierra, de grave olor y de gusto amarga. Tráese loadísima de la India, pero también nace en Asia, aunque no usan della, si no es de sus hojas frescas para las heridas, porque las cierra y junta maravillosamente, o también con su zumo. Por esta causa las plantan en tiestos de tinajas, como la siempreviva mayor. Algunos también hienden el tallo ames que madure la semilla para coger el zumo. Algunos hienden también las hojas. También se halla pegada a ella por sí una lágrima, como goma, y así juzgan que se ha de cubrir donde estuviere plantada, para que aquella lágrima quando corre no se embeva en la tierra.

Algunos dixeron que en Judea, sobre Jerusalén, {el azívar} tiene naturaleza de metal: pero ninguna hay peor, ni más negra o más húmeda. Será pues la mejor la pingüe y resplandeciente, de color rubio, que fácilmente se quiebra, y quajada a manera de hígado, que fácilmente se pone líquida. Hase de reprovar la negra y dura, y también la arenosa, la qualse conoce gustándola: falséase con goma y acacia. Es su naturaleza espesar, densar y calentar moderadamente. Usase della en muchas cosas, pero principalmente para mover el vientre, siendo casi sola entre todos los medicamentos que hazen esto la que juntamente también fortalece el estómago, de manera que no le ofende con alguna fuerza contraria. Bévese una dragma, pero para la disolución y descompostura del estómago en dos ciathos de agua tibia, o fría, cantidad de un coclearia, dos o tres vezes al día por intervalos, como pide la necesidad. También por causa de la purgación, quando más, se da tres dragmas. Es más eficaz comiendo después de bevida. Detiene el cabello que se cae, mezclada con vino astringente, untando la cabeza con ello, y puesta al sol contra el pelo. Mitiga el dolor de cabeza aplicada sobre las sienes y frente, en vinagre y azeite rosado, y infundida, más líquida. Es conveniente para sanar todos los males de los ojos, y particularmente la comezón y sarna de las mexillas; también para las señales y cardenales, hecha linimento con miel, mayormente póntico. Para las agallas y encías, y todas las llagas de la boca. Para las excreaciones de sangre siendo moderadas tomando peo de una dragma en agua, y si menos bevida en vinagre. También restaña la sangre de las llagas, y la que corre de qualquiera parte tomada por sí o en vinagre. Fuera desto es utilísima para las heridas hasta cicatrizarlas. La misma se esparce en las llagas de los genitales de los hombres, en los condilomas, y crietas del suelo, unas vezes en vino, otras en paso, otras por sí, seca, como se ofrece en la curación la ocasión de mitigar o atajar. También detiene blandamente la abundancia de las almorranas. Infúndese en la disentería, y si los alimentos se cuezen en el estómago con mucha dificultad, se beve a poco rato después de haver cenado, y en el morbo regio tres óbolos en agua. También hecha pildorillas con un cozimiento de miel, o resina de therebinro, se tragan para purgar las partes internas quita los padrastros de los dedos. Para los medica meneos de los ojos se lava, porque lo que huviere muy arenoso se asiente abaxo, o se tuesta en una olla o tiesto, meneándolo siempre con una pluma al rededor, para que pueda igualmente tostarse. La alcea4 tiene las hojas semejantes a la verbena, y llámase también por sobrenombre peristéreo. Tiene tres o quatro tallos llenos de hojas, la flor de rosa, las raízes blancas, quando más seis, de un codo de largo y torzidas. Nace en tierra fértil, y no seca. Usase de su raíz en vino, o en agua, para las disenterías, para el vientre suelto, y para las roturas y convulsiones. El alipón5 es un breronzillo que uene blanda. cabeza, no desemejante de berza, agrio al gusto y vtscoso, y que muerde y enciende con vehemencia; desatado en aguamiel y mezclado con un poco de sal mueve el vientre. La bevida suya menor es de dos dragmas, la mediana de quatro y la mayor de seis, a quien se da esta purga es con caldo de gallina. La alsine,6 a la qual llaman algunos miosoto, nace en bosques, de donde la llamaron alsine. Empieza desde enmedio del invierno, y sécase enmedio del estío; quando crece se asimilan sus hojas a orejas de ratones. Pero yo enseñaré ser otra la yerva que se llama más justamente miosoto. Esta pareciera ser la misma que la helgine, si no fuera menor y menos vellosa. Nace en los huertos y principalmente en las paredes. Quando se muele da olor de cohombro. Usase della para los apostemas y inflamaciones, y aprovecha para todas las cosas que la helgine, aunque más flojamente. Aplícase particularmente a los ojos lagrimosos, y también a las llagas de las partes vergonzosas, con harina de cevada. Su zumo se infunde en los oídos. La androsace es una yerva blanca, amarga, sin hojas, que tiene en nudos cirrosos unos folículos, y en ellos la simiente. Nace en lugares marítimos, y principalmente de Siria. Dase a los hidrópicos hasta en cantidad de dos dragmas, pistada o cozida en agua, o en vinagre o vino. Mueve con vehemencia las orinas. Dase también a los que padecen gota, y también se les pone por linimento. El mismo efecto haze también su semilla.

El androsemo,7 o (como orcos le llamaron) asciro, no es muy desemejante del hipericón, del qual ya tratamos, con los talluelos mayores y más gruesos y más roxos. Las hojas blancas de figura de ruda, la simiente de adormidera negra. Sus cogollos triturados dan el zumo sanguino; su olor es resinoso. Nace en las viñas. Cógese casi en medio del otoño, y cuélgase. Úsase dél para purgar el vientre, pistado con la semilla, o bevido por la mañana o después de cenar, cantidad de dos dragmas en aguamiel o vino o agua pura, de suerte que toda la bevida sea un sextario. Purga la cólera, y aprovecha principalmente a las ceáticas. Pero conviene tomar el día siguiente una dragma de raíz de alcaparra mezclada con resina, y tornar a hazer lo mismo otra vez pasados quarro días. Pero luego después de la purgación los más robustos han de bever vino, y los más flacos, agua. Aplícase para la gota y quemaduras y heridas, y restaña la sangre. La ambrosía8 es de bago nombre, y anda fluctuando por muchas yervas. Tiene una mata espesa, ramosa, delgada, casi de tres palmos, la raíz la tercia parte más corta, y las hojas como de ruda. Junto a la parte más baxa del tallo tiene, en unos ramillos, la simiente en unas ubas pendientes, con olor de vino, y por esta causa la llaman algunos batris y orcos artemisia. Corónanse con ella los capadoces. Usase para los males que conviene resolverlos.

La anonis,9 a la qual algunos quieren más llamar ononida, es ramosa, semejante a la alholva, si no tuviera mayor mata, y más bellosa y áspera; es de agradable olor. Pasado el verano, espinosa. Cómese también conservada en almuera. Pero estando fresca roe las márgenes de las llagas. La ra iz se cueze en posca para el dolor de los dientes. La misma, bevida con miel, expele las piedras. Cozida en oximiel hasta gastar la mitad, se da para la alferecía. La anagiros,10 a quien llaman algunos acopon, es ramosa, de grave olor, con flor de berza. Engendra su semilla en unos cuernezillos algo largos, y es la simiente semejante a riñones, la qua! se endurece en tiempo de la siega de las mieses. Sus hojas se aplican para los apostemas, y se ligan a las que paren con dificultad, de suerte que en pariendo luego se quiten. Y si la criatura está muerta y fixa, y si las pares y los meses se detienen y tardan, se beve peso de una dragrna de sus hojas en vino paso. También se dan así a los asmáticos, y en vino añejo para las mordeduras de los falangios. La raíz se aplica para resolver y madurar. Su simeinre mascada haze bomitar. La anónimo,11 no hallando nombre, le halló. Tráese de Scithia, fue celebrada de Hicesro, médico no de poca autoridad, y también de Aristógiton; es excelente para las heridas, trimrada en agua y puesta encima, y bevida aprovecha a los pechos y a las partes internas golpeadas; también a los que escupen sangre. Algunos entendieron que se havía de dar a bever a los heridos. Tengo por fabuloso lo que añaden a esto, que suelda el hierro y el cobre, si la queman estando fresca.


EL INTERPRETE

1(La ethiópide). Semejante al flomo, llamado así de los griegos, aflama, por usar de sus hojas y tallos para mechas de los candiles; llámanle los latinos verbasco, y ordinariamente rapso o taxo, por ser contrario a los tóxigos, y taxo barbato, por la gruesa lana que tiene. 2(Agerato). Yerva ramosa, llamada así porque, sin envejecerse, conserva mucho tiempo sus flores; es el euparorio de Mesué. 3(Aloe). En España, zavida. 4(Alcea). En España, malva de Ungría o malva salvage. 5(Alipón), de los griegos; de los latinos, alipum o alipia. Actuario entendió ser el turbith, pero yo entiendo ser diferente; véase el cap. 20 de la Historia general de plantas, lib. 17.

6(La alsine). O miosoto o auriculum ivris; (en España) picagallina. Hay désta muchas especies, como escrivió Dodoneo. 7(El androsemo). Fue llamado androsemo como si dixeran sangre humana, por ser su jugo sanguino. 8(La ambrosía). Dase este nombre a muchas yervas, y los poetas le dieron a la comida de los dioses; y así dixo Marcial: Iupiter ambrosía satur est, et nectare vivit, porque ambrosía es lo mismo que immortalitas. 9(La anonis). Latín, resta bobis; {español}, uñas gatas. 10(La anagiros). Esta, como dize Varrón, De re rust., {lib.} 1, cap. 16, es tan contraria a los árboles que no sólo llevan menos fruto cerca della pero se encorvan apartándose y huyendo su tocamiento, como la vid de la berza. Della, Dioscórides, lib. 3, cap. 161. Mathiolo, en el mismo.

11(La anónimo). Significa cosa sin nombre y, por no tenerle esta yerva, halló éste. Unos enrienden ser la bugla de las boticas, otros la consolidamedia; una y otra es eficacísima para sanar las heridas. Vide supra lib. 25, cap. 8.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a