CAPITULO XI


Medicinas generales de los pies, talones, artejos, nervios, y remedios contra las enfermedades que ocupan todo el cuerpo, y de la mirthrida y vigilias y perlesía, y de las calenturas frías y fiebre de los jumentos y de los phrenéticos y de la chameacta y siempreviva, y de la arisipela


Aprovecha admirablemente para los calones hinchados el cieno del agua batido con azeite, y para los artejos el zumo de la centaura menor. El mesmo es utilísimo para los nervios, y de la mesma suerte la mesma centaura. La verónica es útil a los nervios que discutren por las espaldas, y para los hombros, spinazo y lomos, bevida como en el mal de hígado. El cincoenrama puesto sobre los artejos. Las hojas de la mandrágora con polenta, o la raíz fresca pistada con cohombrillo amargo, o cozida en agua. La raíz del polipodio, para las criecas de los codos y de los pies.1 El zumo del beleño con enjundia, para los anejos, y el zumo del amomo con su cozimiento: y también el cencúnculo cozido, o el musco fresco pistado en agua, ligado hasta que se seque. También la raíz de la Jappa boaria bevida en vino. El cyclaminos cozido en agua cura los savañones, y codos los otros males que proceden del frío. También el cotiledón con enjundia cura los savañones, y las hojas del bacrachio y el zumo del epichimo. El ládano con castóreo extirpa los clavos de los pies, y la bervena en vino.

Aora, haviendo acavado de tratar de los males que se sienten por cada miembro del cuerpo, trataremos de aquellos que son comunes, y discutren por codo él, y los remedios comunes que hallo para ellos son éstos. El primero ante codos es el dodecatheo2 bevido, del qual hablamos atriba. Después de éste, las raízes de rodas las especies de panaces, principalmente para las enfermedades largas, y la simiente para los males de las partes internas. Pero para todos los dolores del cuerpo, el zumo del scordio. También el de la verónica, la qual bevida particularmente enmienda el color plúmbeo del cuerpo, y le haze más gracioso. Al geranio llaman algunos mitrhin y otros merthrida, es semejante a la cicuta, con las hojas más menudas y el tallo más corto, redondo, de sabor y de olor agradable: los nuestros la descriven desta manera. Los griegos, con las hojas poco más blancas que la malva, los tallos delgados, pelosos, y a distancias o intervalos de dos palmos, ramosos, y en ellos las hojas, entre las quales en lo alto tiene por capiteles unas cabecillas como de grullas. La otra especie tiene las hojas de anemon con las divisiones o cisuras más largas, con la raíz redonda a manera de manzana, dulce, utilísima para los que se reparan de la flaqueza, y esta tal es la verdadera. Bévese contra la phthísica una dragma en tres datos de vino, dos vezes al día. También contra las inflaciones, y cruda haze el mesmo efeto. El zumo de su raíz cura los oydos, y su simiente, bevida cantidad de quatro dragmas con pimienta y mitrha, las convulsiones llamadas opisthótonos.

También el zumo del llantén sana la phthísica, y también el mesmo llantén si se beve cozido tomado en la comida con sal y azeite, y quando despiertan del sueño por la mañana refresca. El mesmo se da a aquellos que llaman atrophos,3 en interpuestos días. La vetónica hecha lamedor con miel se da a los phthísicos, en cantidad de una hava. Dos óbolos de agárico bevidos en vino paso, o el dauco con la centaura mayor en vino. A las phagedenas (el qual nombre es de las llagas que van cundiendo, y haziendo etrosión sin término) curan los titímalos tomados con sésamo.4 Algunos ponen a las vigilias entre los males de todo el cuerpo. Para remedio de éstas se señala el panace, el climenos y arisrolochia, o dada a oler o ungiendo la cabeza con ella. La siempreviva, o sedo, si se pone debaxo de la almohada embuelta en un paño negro, sin que lo sepa el enfermo, y la aenorhera, o onuris, que tomada en vino causa alegría. Esta tiene las hojas de almendro, las flores de rosa, es ramosa y tiene larga raíz, y quando está seca huele a vino. Dada en la bevida mitiga también las fieras. La verónica cueze las crudezas que dan gana de bomitar. La mesma bevida después de cenar ayuda a la cocción, dando peso de una dragma en tres ciathos de oximiel, y resuelve y quita la embriaguez. También el agárico bevido después de la comida en agua caliente. Dízese que la verónica sana la perlesía. También la iberis, como se ha dicho. La mesma aprovecha también a los miembros entorpecÍdos. También la argemonia aprovecha resolviendo a todos los males que traen peligro de abrirse o cortarse. Sanan la gota coral las raízes del panaz que llamamos heraclio, bevidas con el quajo del becetro marino de suerte que baya tres partes de panace, y el llantén bevido, una dragma de verónica en oximiel o eres óbolos de agárico. Las hojas del cincoenrama en agua. También la sana el archezosre, pero bevido con vino amíneo. También la raíz seca del bacharo molida hecha polvo, tomando della tres ciarhos en agua caliente con culantro, y el centúnculo, triturado en vinagre o miel, o en agua caliente; la bervena bevida en vino; tres bayas de hisopo5 trituradas y bevidas en agua por diez y seis días. El peucedano bevido con ygual cantidad del quajo de bezetro marino. Las hojas del cincoenrama trituradas y bevidas en vino treinta y un días. La harina de la verónica, tomando peso de treze denarios con un ciarho de vinagre scilítico, y una onza de miel ática, dos óbolos de escamonea con quatro dragmas de castorco.

El agárico, bevido con agua caliente, haze más ligeras las calenturas frías,6 y las tercianas, la sideritis con azeite; también el ládano que nace entre las mieses, pistado. El llantén, bevido en aguamiel dos horas antes de la accesión, cantidad de dos dragmas, o el zumo de su raíz remojada, o pistada, o la mesma raíz triturada en agua caliente con hietros encendidos. Algunos dieron eres raízes en tres cyathos de agua. Los mesmos dieron en las quartanas7 quatro. Dizen que si, quando se seca la lengua de buey, sacare alguno la médula de su tallo y dixere para qué persona lo haze, porque se libre de la calentura, y le ligare siete hojas antes de la accesión, será libre della. También una dragma de verónica en tres cyathos de aguamiel, o agárico, principalmente en aquellas calenturas que vienen con frío. Algunos dieron tres hojas del cincoenrama para las tercianas, y quatro para las quatranas, y más en las otras. Otros dieron para todas tres óbolos con pimienta en aguamiel La bervena es cierto que cura también las calenturas de los jumentos dada en vino. Pero en las tercianas se corta desde el tercero nudo, y en las quartanas desde el quarto. También se beve la simiente del uno y del otro hipericón en las quartanas y en los fríos los polvos de la verónica, la qua! mitiga todos los hotrores. También los panaces son de tan hirviente y calentadora naturaleza que a los que han de ir por la nieve mandan que lo bevan, y que se unten con ello. También la aristolochia resiste a los fríos. A los phrenéticos sana el sueño, el qual sucede infundido en la cabeza. El peucedano en vinagre y el zumo de anagalis. Al contrario despertar a los letárgicos es trabajo, pero esto se haze (según dizen)8 con el zumo del peucedano en vinagre, puesto a las narices. Contra el furor y locura se beve la verónica. El panaz rompe los carbuncos. La harina de la verónica en agua los sana, o la col con incienso beviéndose muchas veces en agua caliente, o la pavesa de la brasa apagada en su presencia, quitada con el dedo, y puesta por linimento, o el llantén pistado. El titímalo characites sana los hidrópicos. El panaz, y el llantén tomados en alimento, haviendo comido primero pan seco sin bever. Dos dragmas de verónica en dos ciathos de vino, o mulso o agárico, o simiente de lonchítide, bevido en dos cucharadas de agua. El psylio o zaragatona en vino. El zumo de las anagálides. La raíz del cotiledón en vino mulso. La raíz del yezgo fresco, solamente atrancada, y no lavada, quanto puedan asir dos dedos, en una hémina de vino añejo caliente. Dos dragmas de raíz de trébol en vino. El titímalo, llamado por sobrenombre platyphylo. La simiente del hypericón que se llama coris. La acte, la qual piensan algunos ser el yezgo, triturada su raíz en tres ciathos de vino, no haviendo calentura, o su simiente en vino tinto. También la bervena, coziendo un hacezillo que llene la roano en agua hasta gastar la mitad. Principalmente se tiene por grandísimo remedio el zumo de la chameacte. Las flegrnas salidas al cuero enmiendan el llantén y la raíz del ciclamino con miel. Las hojas del yezgo trituradas y aplicadas con vino añejo sanan también la boa, esto es, las ronchas bermejas encendidas. El zumo del strichno hecho linimento quita la comezón. Cura la erisipela, la siempreviva, las hojas trituradas de la cicuta y la raíz de la mandrágora. Sécase en el aire como el cohombro y primero se cuelga sobre mosto, y después al humo, y últimamente se pista en vino o vinagre. Aprovecha también fomentar con vino de atrayhán. Un sextario de yervabuena, una onza de azufre vivo triturado junto en vinagre. El hollín en vinagre. De la erisipela, o fuego sagrado, hay muchas especies. Entre las quales aquella que rodea por medio al hombre, y es llamada zóster; maca si le ciñe del codo. Es su remedio el llantén coa greda cimolia, y el peristéreo por sí. La raíz de la persolara. Para las otras que van cundiendo, y rastreando, aprovechan la raíz del cotiledón con mulso, la siempreviva y el zumo del linozoste con vinagre.


EL INTERPRETE

1(De los codos y de los pies). Otros leen “de los dedos y pies”. 2(Dodecatheo). llamado así de doze dioses que la gentilidad tenía por los más principales, que son Juno, Vesta, Venus, Minerva, Ceres, Diana, Matre, Neptuno, Apolo, Jove, Mercurio y Vulcano. 3(Atrophos). Atróphicos, los que no toman nutrición y están extenuados y secos. 4(Sésamo). Azeite de alegría. 5(Tres bayas de hisopo). El hisopo no tiene vayas, pero da este nombre a los capilludos que después de caída la flor contienen la simiente.

6(Calenturas frías). Esto es, de humor flegmático, como las cotidianas. 7(Quartanas). Siendo quartanas de humor atrabiliario, es bien. 8(Según dizen). Otros leen: “esto se haze el euphorlio con el zumo’’, etc.

TOMO Va. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2a