CAPITULO XIV

Del cynosbato, idaeo rubra, rhamno, lycio, sarcocolla, oporix y de sus medicinas

Algunos llaman al cynosbato,1 cynospasto y, otros, neuropasto. Tiene la hoja semejante a la huella del hombre; lleva también un racimo negro en cuyas uvas tiene un nervio, de do se llamó neuropasto.

Diversa es esta planta del alcaparra, que los médicos llamaron también cynospastos, cuyo vástago se come adobado en vinagre para remedio del bazo y de las hinchazones. Su nervio, mascado con almáciga chía, limpia la boca; su rosa enmienda con enjundia lo que se pela. Las moras mismas tiñen, con azeite omphancino, el cabello.

Cógese la flor del moral por el tiempo de las mieses. El blanco2 es muy excelente para los que tienen dolor de costado, bebido en vino, y también para los caeliacos. La raíz, cocida hasta quedar en la tercera parte en liquor, detiene el vientre y la sangre, y los dientes y muelas enjaguadas con su cocimiento. Con el mismo zumo se mojan las llagas del asiento y miembros genitales. La ceniza hecha de su raíz abaxa la campanilla.

La zarza idea3 se llamó ansí porque no nace {más que} en el monte Ida, y no en otra parte. Es ésta más tierna y menor, de vástagos más ralos y menos espinosos y nace debaxo de la sombra de los árboles. Su flor con miel se aplica a las epíphoras y el fuego de Santantón,4 y dase a beber a los stomáticos5 en agua. Los demás efectos y medicinas son semejantes a las de la sobredicha.

Llaman los griegos rhamnos6 entre los géneros de árboles el más blanco y más ramoso. Florecen éste derramando ramos de espinas derechas y no, como las demás, corvas, y hojas mayores. Otro género es silvestre, más negro y que en cierta manera bermejea; lleva unos como folículos. De la raíz de éste, cocida en agua, se haze una medicina que llaman lycio.7 Su simiente haze expeler las pares. Aquel otro más blanco aprieta más, resfría y es más acomodado a las collectiones y llagas. Las hojas de ambos, crudas y cocidas, se unctan con azeite.

El mejor lycio dizen hazerse del espino que llaman pyracantho chirono,8 cual le referimos entre los árboles índicos, porque se tiene el índico por muy más excelente. Cuécense majados en agua sus ramos y raízes, de suma amargura, en vaso de cobre casi por tres días y quitado otra vez el madero hasta que tome cuerpo de miel. Adultérase con zumos amargos y también con alpechín y hiel de toro. La espuma y cierta flor que cubre se echan {en} las medicinas de los ojos. Con el demás zumo limpia el rostro y sana la sarna, los lagrimales encerados de los ojos y corrimientos antiguos, los oídos que crían materia, agallas, encías, tose, esputos de sangre, tragado en quantidad de una haba. O unctada, si corriere de llagas grietas, llagas de los miembros genitales, descocimientos, llagas frescas, las que cunden y las podridas, y en las narices, clavos y engendramientos de materias o supuraciones. Dase también a beber a las mujeres en leche contra los corrimientos.

Difiere el {lycio} índico en que parecen sus pedazos de fuera negros y por dentro rojos cuando los quiebran y se paran luego negros, y aprieta en gran manera con amargura. Es para todas las mismas cosas provechoso, pero principalmente para los miembros genitales.

Algunos creen ser también la sarcocolla9 lágrima de espino, semejante al polvo del encienso, y dulce, con cierta manera de agudeza. Detiene, molida con vino, los corrimientos y unctan con la misma los niños. Párase ésta también muy negra por antigüedad y es cuanto más blanca mejor.

Dévese, fuera desto, a las medicinas de los árboles otro medicamento famoso que llaman oporice; házese para los disentéricos y males del estómago. Cocidos cinco membrillos con su simiente en un congio10 de mosto blanco, cocido a fuego manso, otras tantas granadas y un sextario de hierbas e igual medida de aquello que llaman rhus syriaco y media onza de azafrán. Cuécese hasta tomar cuerpo de miel.

Juntaremos a estas cosas que los griegos, por comunicación del nombre, pusieron en dubda si eran de árboles.

EL INTERPRETE

1(Cynosbato). Bien se ve desta descripción de Plinio, y aun a quien con atención lo mirare de la de Dioscórides y Theophrasto, no ser el cynosbato o rubus canis de los antiguos la mata que vulgarmente llamamos de los escaramujos, como aquélla sea antes su rosa canina o cynorrhodos. 2(El blanco). Porque es cierto haver morales y moreras que llevan el fructo blanco y otros que morado. 3(La zarza idea). En Aranjuez se ve baxa y que casi rastrea por la tierra, do también hay otra sin algunas espinas y la vulgar zarzamora que creo ser el chamberos, a ai yo género por ventura la fragraria vulgar podría reducirse.

4(Fuego de Santantón). Ansí oigo llamar en algunas partes de Castilla lo que los griegos llamaron erisipelas, y otras partes de Hespaña la del monte, apostemas que suelen hazerse de cholera, aunque según los humores que se le juntan se les imponen nombres diversos. 5(Stomáticos). Stoma es boca, de donde los que la tienen mala se llaman stomáticos, como stomátichos que no son sanos del estómago.

6(Rhamnos). Conocidos son en Castilla todos los géneros dellos con otros más que podrían a los mismos reducirse. Mas de éstos havemos hablado largamente sobre Nicandro, poeta y médico excelente. 7(Que llaman lyco). Llámanle en Hespaña espino y crece en quantidad no lexos de Toledo, a par del río Tajo; por algunas partes digo el género que lleva el lycio. 8(Pyracantho chironio). Esta es otra especie que se puede allegar a las tres que en el capítulo pasado referimos. 9(Sarcocolla). No es su árbol conocido aunque un marino nos da su pintura en el libro que se intitula De album ducentibus medicamentis, retratado un ramo que le dixo un mercader traer de Persia: fides sit apiud authores. 10(Congio). Qué sea congio y sextario havemos ya dicho en otras partes.

11(Rhus syriaco). Un género sólo hay de zumaque que según parece a Dioscórides, aunque se llama según diversas partes por diversos nombres, ya obsoniorum por su simiente, ya coriacorum por las hojas, ya syriaco, ya póntico, de las tierras de su nacimiento, como lo haze al presente Plinio.