CAPITULO XXIII


De las medicinas del anémone


Ya havemos hablado de las anémones coronarias; agora diremos de las medicinales. Llámanlas algunos phrenion. Hay dos géneros dellas: la primera es silvestre y la otra nace en lugares labrados, y ambas en arenales. Y de ésta hay muchas especies porque, o tiene la flor dactilada y hay grande abundancia de ella, o morada, o de color de leche. Y las hojas de estas tres son muy semejantes a las del apio y pocas vezes exceden el altura de medio pie y de punta de espárrago. La flor nunca se abre sino corriendo algún viento, de donde tomó el nombre.a La silvestre es de mayor amplitud, hojas más anchas y flor de dactilado color.

Esta creen algunos, con engaño, ser la argemone y otros aquel género de dormideras que llaman rhean o amapolas, pero hay entre ellas gran distinción porque ambas éstas florecen después, ni tienen los anémones el zumo dellas, ni tienen vasos u otra cosa que unas puntas de espárragos. Aprovechan los anémones a los dolores de cabeza e inflamaciones o apostemas calientes, madre de las mugeres y también para la leche. Provocan regla tomadas con ordiate o puestas con lana. Maxcada la raíz atrae flegma y sana los dientes, y, cozida, las inflamaciones de los ojos. Los magos les atribuyen muchas virtudes, mandando que la arranquen luego que la ven y que se diga que se coge para remedio de las tercianas y quartanas, y que después se ate la flor en un paño de color rosado y se guarde a la sombra, y ansí se ate a la persona que fuere menester.

De éstas, la que tiene dactilada la flor, majada su raíz y puesta a cualquiera de los animales, haze llaga con fuerza corrosiva y ansí se usa de ella para limpiar las llagas.



a. ἄνεμος, viento.



EL INTERPRETE


Todas estas especies de anémones son en Hespaña conocidas.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2