CAPITULO XI


Del almoradux o sampsuco, nyctegreto, meliloto, violetas blancas y codiamino. Iten de los bulbos silvestres, heliochryso, lichnis y de las hierbas de la otra parte del mar


Llamó Diocles, médico, y los de Sicilia amaraco1 lo que Egipto y Siria llaman sansuco. Siémbrase en ambos géneros de simiente y de ramo, de más durable vida que las plantas sobredichas y de más blando olor. Es el almoradux de tan copiosa simiente como el abrótono, pero el abrótono tiene una sola raíz que desciende muy honda y las demás la echan somera y poco arraigada por la superficie de la tierra. La sementera de las demás se haze casi comenzando el otoño y también, en algunos lugares que se huelgan con las sombras, agua y estiércol, al verano.

Admiróse del nictegreto2 como de cosa rara Demócrito, el cual es de color de fuego, hojas de espino y que no se levanta de la tierra. Y cuenta hallarse el más excelente en Gedrosia y que se arranca de raíz pasado el equinoccio del verano y se seca a la luna por 30 días, y que ansí luce de noche. Que los magos y reyes de los partos usan para tomar los votos desta hierba, que la llaman algunos chenomichon porque los gansos se espantan luego que la ven y otros nictálopa por resplandecer de noche muy lexos.

Nace en todas partes el meliloto, pero el más excelente en Attica y donde quiera fresco, no blancuzco y muy semejante a azafrán aunque es en Italia más oloroso y blanco.

La primera de todas las flores que muestra el verano es la violeta blanca y resplandece también en los lugares algo calientes por el himbierno, después las que llaman moradas y luego las de color de llamas, dichas también phlox, solamente las silvestres. Florece el codiamino3 dos vezes al año, conviene a saber, por el verano y por el otoño, y huye el estío y el himbierno. Algo más se tardan que las sobredichas el narciso4 y azucenas de la otra parte del mar. En Italia, según diximos, después de las rosas, porque en Grecia aun vienen más tarde que el anémone. Es ésta flor de los bulbos o cebollas silvestres5 y diversa de la que se referirá entre las medicinas. Síguese el oenanthe6 y melanthion y de las silvestres el heliochrysos. Después, otro linage {de} anémone que se llama limonia; tras, el gladiolo,7 acompañado de los yacinthos, y, la última de todas, la rosa, la cual fenece la primera, sacada la hortense. De las demás dura mucho el yacintho,8 violeta blanca y oenanthe, pero esto acontece si arrancándola muchas vezes no las permitieren simentar. Nace ésta en lugares templados; tiene el mismo olor que las uvas cuando están en cierna y de ahí le vino el nombre. Acompañan al yacintho dos fábulas: una que representa el llanto del mozo a quien Apollo havía amado y otra que da a entender que nació de la sangre de Ayax, discurriendo de tal suerte las venas que se lee la figura de las dos letras griegas AI escripias en él.

Tiene el helyochryso la flor semejante a oro, la hoja delgada y el vástago también delgado, aunque duro. Creen los magos que coronarse con éste, si toman también los ungüentos con el oro que llaman apyro, haze al caso para conseguir la gracia y gloria de la vida.

Estas son las flores del verano a las cuales se siguen las del estío, como son la lichnis y flor de Júpiter y otro género de azucenas. Iten, el tiphion y almoradux que tiene por sobrenombre phrygio y el potos más de ver que todos. Dos géneros hay de éste, uno que tiene la flor de yacintho y otro más blanco que por la mayor parte nace en las sepulturas porque dura más rezio. Florece ansimismo el irio por el estío.

Pásanse éstas y marchítame y vienen otras por el otoño. Tiénese el azafrán por tercero linage de azucena. Hay en ambos géneros uno sin olor y otro oloroso, y todos salen con las primeras aguas. Usan ansimismo los que hazen coronas de la flor espina, porque se hazen en conserva los pimpollos de la espina blanca9 entre los deleites del paladar. Este es el orden de las flores de la otra parte de la mar.

En Italia sucede la rosa a las violetas. Durando ésta nace el azucena, síguese el cyano,10 después de éste el almoradux, porque la vinca pervinca siempre está verde a manera de cuerda llena de hojas a la redonda de sus ñudos, hierba que enreda los encañados aunque suple muchas veces la falta de las flores. Llámanla los griegos chamedaphne.11

Dura la violeta blanca a lo más largo tres años. Después deste tiempo va perdiendo de su naturaleza. La rosa dura cinco sin que se corte o queme, porque desta manera se torna a renovar. Ya havemos dicho hazer mucho al caso la tierra, porque todas estas cosas carecen en Egipto de olor y sólo el arraihán le tiene notable. Y en algunas partes se anticipa dos meses el brotar de todas ellas. Conviene estén los rosales cavados desde el tiempo del favonio y otra vez por el solsticio, lo cual se ha de procurar porque dentro deste tiempo estén limpios y deherbados.



EL INTERPRETE


1(Amaracus). Llámanla vulgarmente almoradux y algunos mayorana. Es planta muy conocida. 2(Nictegreto). Algunos creen ser las que llaman los chimistas lunaria, porque luze con la luna a las noches. 3(Codiaminon). Algunos quieren se lea codion bulbi de Theophrasto, libro seis, capítulo último. Otros leen codiaminon, como se está, y entienden el codion bulbi de Theophrasto, el cual dizen ser una hierbezica que vemos nacer por los prados con hojas de cebollino y flor entre blanca y amarilla, como de azafrán en medio, y raíz bulbosa que algunos herbarios gregarios han tenido por especie de hermodáctiles. 4(Narciso). Muchas especies se conocen desta flor y algunas otras he visto en la Nueva Hespaña y Canaria, que escrivimos, plaziendo a nuestro Señor, entre las plantas destas Indias. 5(Es ésta flor de los bulbos o cebollas silvestres). Estas palabras parece haverse de seguir a otras que precedieron que son: “y huye el estío y el himbierno”, donde se habla del codiamino o codion bulbi.

6(El oenante). Es ésta vid silvestre. Véase Dioscórides en el capítulo V del quinto libro. 7(Gladiolo). Hoy se dize espadaña. 8(Yacinto). Muchas especies déstos se conocen hoy de que en otras partes hablaremos. 9(Espina blanca). Conócese hoy en Hespaña. Tracto della Dioscórides en el capítulo XII del libro tercero. 10(Cyano). Hierba es que tomó el nombre del color de su flor. Vense y conócense muchas especies de él en Hespaña.

11(Llaman a ésta los griegos chamedaphne). Puesto caso que llame Plinio chamedaphne a la clematis altera de Dioscórides, que es la verdadera vinca pervinca, no por eso se ha de creer que el chamedaphne o lauréola de Dioscórides sea la vinca pervinca, según que verá claramente el que considerare las descripciones de la una y de la otra. De manera que Plinio en este lugar toma chamedaphne y vinca pervinca por una misma hierba, que es la clematis altera de Dioscórides.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2