CAPITULO XXI


De la malva, malope, malvavisco, lapatho, oxylapatho e hidrolapatho, hippolapatho y bulapatho


Alábanse por el contrario en gran manera ambas malvas:1 hortenses y silvestres; distínguen se en la grandeza de sus hojas. La mayor llaman malope los griegos entre las hortenses, y la otra creen haverse llamado malachea por razón de la propriedad que tiene de ablandar el vientre. De las silvestres, la que tiene gran quantidad de hojas y las raízes blancas se dize althea o malvavisco, y por la excelencia de su efecto, de algunos, aristalthes.b Haze la tierra do se planta más grasa. Tiene ésta fuerza más eficaz contra todas las puncturas, principalmente de los scorpiones, avispas y otros semejantes animales y del musgaño, y no son heridos de éstos los que fueren unctados con cualquiera dellas majada en azeite, o los que las tuvieren. Puestas encima las hojas, entorpecen los escorpiones. Valen contra los venenos; unctadas crudas con salitre sacan todos los acúleos o aguijones. Y bebidas, cozidas con su raíz contradizen al veneno de la liebre que llaman marina, como algunos dizen, si se vomita.

Cuéntanse de las mismas {malvas} otras cosas admirables y principalmente si alguno bebiere cada día medio cyatho de zumo de cualquiera de ellos, porque dizen que no cairá en ningún género de enfermedad. Sanan las llagas que manan en la cabeza, podridas en urina, y las líchenas y llagas de boca, con miel. Y la raíz cozida los salvados {sic} de la cabeza y mo bilidad de los dientes. Punzan con la raíz de la que tiene un vástago {unicaule} acerca del diente doloroso hasta que deje de doler. La misma limpia, añadida saliva de hombre, los lamparones y apostemas de detrás de las orejas y diviesos sin llaga. Su simiente, bebida en vino tinto, libra de la flegma y náuseas. Su raíz remedia las enfermedades de las tetas, atada en lana negra. Aplaca la tose cozida en leche y tomada a manera de potaje en espacio de cinco días.

Sextio Níger dize ser inútiles al estómago. Olimpias, thebano, dize haze abortar con enjundia de ganso. Algunos afirman limpiar a las mugeres, sus hojas, quantidad de un puñado tomadas en vino y azeite. Es cosa manifiesta que puestas sus hojas debaxo de las que están de parto sanan más presto, pero hanla de reducir en pariendo porque no se siga la madre. A las que paren dase a beber en ayunas su zumo. Su simiente, molida, a los que no retienen la simiente {el semen}, Y son de tanto efecto en provocar luxuria que la simiente de las {malvas} que no tienen más que un vástago {unicaule}, despolvoreada en el miembro, según escribe Xenócrates, aumenta infinitamente la luxuria de las mugeres, y lo mismo hazen tres raízes atadas allí cerca.

Echanse por melecina con grande provecho en las cámaras de sangre y pujo, y también en los males del asiento aunque no se haga más que fomentarlos. Dase ansimismo tres cyathos de su zumo a los melanchólicos y cuatro a los que ya están locos, y una hémina de la cozida en la gota coral. Unctase tibio a los pedregosos y a los que están enfermos de inflación o retorcijones o del espasmo que llaman opistótono. Pónense las hojas cozidas en azeite en el fuego de Santantón y quemaduras, y cruda con pan contra las llagas. Aprovecha el zumo de la cozida a los nervios y vexiga y raimientos de las tripas; ablanda la madre en manjar y por melecina en azeite, el zumo de la cozida haze suaves las vías del poro.

Es en todo lo sobredicho más eficaz la raíz del malvavisco, principalmente a los quebrados y espasmados. Cozida en agua aprieta el vientre; tomada en vino blanco cura los apostemas de detrás de las orejas, lamparones e inflamaciones de las tetas. Y sus hojas cozidas en vino y unctadas quitan los diviesos; las mismas, secas, cozidas en leche, curan muy presto cualquiera tose por pestilencial que sea. Hipócrates dio a beber el zumo de su raíz cozida a los heridos y que tienen sed por falta de la sangre, y puso la misma en las llagas con resina y miel. Iten, a los magullados, desconcertados e hinchados y a los músculos, nervios y junc turas, y a los asthmáticos y disentéricos la dio a beber con vino. Y es de maravillar espesarse el agua puesta al sereno en que esta raíz estuviere y tomar forma de leche, y es más eficaz cuanto fuere más fresca.

Y no tiene el lapatho2 o romaza efectos desemejantes. Hay otra silvestre que dizen oxalis, cercana a la hortense, de hojas agudas, color de acelgas blancas y raíz muy pequeña. Llaman a ésta los latinos rumice, otros lapatho cantherino, eficacísima contra los lamparones. Hay otro género que llaman oxilapatho,c más semejante al hortensed y de hojas más agudas y más bermexas que no nace sino en lugares lagunosos. Algunos escriven de otro hydrola patho nacido en las aguas. Hay otro dicho hyp polatho,e mayor que el hortense, más blanco y más espeso. Curan los {lapathos} silvestres las picaduras de los escorpiones y estorvan a los que la trahen consigo ser heridos. La raíz, cozida en vinagre, si se colare, ayuda a los dientes su zumo, y si se bebe, a la ictericia. Su simiente sana los males incurables del estómago. Cura, particularmente las raíces del hyppolapatho, las uñas escabrosas. Libran de la disentería, bebido de su simiente, peso de dos dracmas en vino. La simiente del oxila patho lavada en agua llovediza alivia a los que arrancan sangre, añadida de acacia, quantidad de una lenteja. Hazen trociscos muy excelentes de las hojas y raíz, añadido salitre y un poco de caldo, y cuando quieren usar dellos los deslíen en vinagre.

Pero el hortense aplican a la frente contra las inflamaciones de los ojos. Curan las raíces las lepras y melicerias, y cozidas en vino los lamparones, parótidas y piedras, y si se bebe en vino, también el bazo, coélicos, disenterías y pujos, y es para las mismas cosas más eficaz el caldo del lapatho y haze regüeldos, mueve orina y desbarata la obscuridad de los ojos. Iten, la comezón del cuerpo puesto en el suelo del baño, o unctado primero él, sin azeite. Aprieta la raíz mascada los dientes. La misma, cozida con vino, detiene cámaras, y las hojas provocan.

Añade Solón (porque no se nos quede nada por dezir) el bulapatho, que sólo difiere en la hondura de la raíz, y en ser provechoso a los disentéricos bebido en vino.



a. μαλαϰία, suavidad.

b. ἄϱιστος, excelente.

c. Rumex crispus L.

d. Rumex patientia L.

e. Ruibarbo.



EL INTERPRETE


1(Malvas). Ninguno hay que no conozca muchas especies de malvas domésticas y silvestres. Entre éstas se cuenta el malvavisco o althea; se usa en esta Nueva Hespaña porque falta la nuestra, que damos entre las plantas índicas debuxada. 2(Lapatho). Aunque lapathof sea palabra general a todas las especies de romaza, que son muchas, como el oxilapa tho, oxalis, bulapatho, hydrolapatho e hippolapatho silvestre y doméstico que hoy llaman rhabarbarum monachomm, pero también se usurpa particularmente por la romaza doméstica, la cual, puesto caso que nace de suyo, ama más los lugares cultivados y ensancha más sus hojas que el oxilapatho que las lleva más agudas y angostas y llamamos también comúnmente romaza. El oxalio se dize acedera y hay de éstos en Hespaña muchas especies. Vi en Canaria un árbol o hierba arborescente, como lo hazen allí las más de ellas por la fertilidad del suelo, que llaman vinagrera, de hojas casi redondas y de mediano tamaño que en el gusto y facultades es una pura acedera de Hespaña {margen ilegible}. En esta Nueva Hespaña no he topado las acederas nuestras, pero hay cinco especies de los que llaman los mexicanos xoxocoyoles, muy semejantes en efecto y sabor a nuestras acederas, tanto que con gran razón las llaman ansí nuestros españoles y los boticarios los gastan por ellas en todo lo que se ofrece, y son a mi parecer especies de nuestro oxitríphilo que también llaman las oficinas de esas partes aleluya. Pero desto hablaremos, con el favor de Dios, entre las plantas de la Nueva Hespaña.





f. Rumex sp.: acedera.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2