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CAPITULO XLIII


Del pegar de la madera y de los palos que se cortan


Es también importante la cola para obras {embjutidas, en que se cubren unas maderas con otras de diverso género y apruevan para este uso la vena a modo de estambre y llámanla fértil con argumento de la semejanza, porque es crespa y lagrimosa. No admiten en todo género algunos árboles la cola, los cuales ni pueden juntarse entre sí ni con otros, como el roble. Ni casi se ayunta sino lo que es de naturaleza semejante, como si alguno quisiese pegar una piedra con la madera.

Reciben1 principalmente al cerezo silvestre el sorbo, carpino, box y después la teja. Son fáciles para cualquier obra los domeñables que llamamos lientos y más el serbal y cabrahigo. Son durables y lábranse bien los que tienen templada humidad, porque los secos dan más espacioso lugar a las sierras que los verdes, sacando el roble y el box, que resisten con más pertinacia e hinchan los dientes de la sierra con un aserrín pegajoso por el cual vomitan las aserraduras, derribando las unas a las otras.

Es obedientísimo a cualquiera obra el frexno y mejor para astas que el avellano, más liviano que el cerezo silvestre y más correoso que el sorbo y el olmo gállico, también flexible para los carros, el cual diría ser semejante a la vid si no lo estorvase el peso. Es también fácil la haya, aunque quebradiza y tierna. Puédese la misma cortar en las minas, siendo flexible en lo delgado y sólo provechoso para arcas y caxas. Córtase en láminas muy delgadas también el ílex, no siendo desagradable en color, pero es muy leal para las cosas que ludena con otras, como los exes de las ruedas para las cuales es el frexno conveniente por ser correoso, como el ílex por su dureza. Para lo uno y para lo otro se escoge el olmo.

Hay ansimismo árboles notables para las necesidades menudas de los carpinteros y por eso está escripto hazerse cabos muy excelentes para las barrenas de azebuche, box, ílex, olmo, frexno; de los mismos se hazen mazos y otros mayores de pino e ílex, los cuales son más rezios si se cortan en buena sazón, que no {prematuramente}, porque ha acontecido produzir a modo de plantas los quicios en las puertas hechos de oliva, madera durísima, estando mucho tiempo sin moverse. Catón manda hazer los pisones de azebo, laurel, ílex, que es especie de enzina y de olmo, e Higinio que se hagan los ástiles de los rústicos de carpino, ílex, quexigo y mesto.

Los que se cortan en láminas y aquellos con cuya cobertura se cubre alguna otra madera son principalmente el citro, especie de cedro, terebinto, géneros de azere, box, palma, azebo, ílex, raíz de saúco y álamo. Da también el aliso, según lo tenemos dicho, una hinchazón que se corta como el citro y azere y no es tenida en nada alguna otra hinchazón.

Es la parte de en medio de los árboles más crespa o vetimenuda y, cuando es más cercana a la raíz, con manchas menores y más flexibles. Este fue el origen del desperdicio, cubrir un árbol con otro, y hazerse con corteza más preciosos los que son de madera más baxa, para que un árbol se tendiese muchas vezes. Inventáronse también las hojas o embutido de la madera y no se para aquí; comenzáronse también a teñir los cuernos de los animales y cortarse los dientes de los elephantes y entretexerse el madero con marfil y cubrirse con él. Después agradó también buscar nueva madera en el mar. Para esto se cortaron las tortugas y aun ha poco que en el principado de Nerón fue hallado por ingenios monstruosos que se destruyese con ciertos medicamentos y se vendiese por más precio, con apariencia de madera.2 Ansí se busca valor a los lechos y mesas; ansí mandan que se venza el terebintho y se haga el citro más precioso y se engañe el azere. No estava la demasía contenta con la madera y ansí hazen ya madera de las tortugas.3



a. Frotan.



EL INTERPRETE


1(Reciben). El mismo códize toledano lee odit, no audit, que es aborrece, no recibe; vea el lector la letra que más le agradare. 2(Con apariencia de madera). Porque se compran las coberturas de las tortugas con parecer que son de madera. 3(Madera de las tortugas). Leo ansí del códize toledano, que tiene: iam lignum enim et testitudini facit.

Embútense hoy nácaras y otras maderas y llámanlo taracéis; metal en metal y dízenlo atauxía, y, lo que es más, piedras en piedras y piedras en madera, no perdonando, en lo que toca a los atavíos, a cosa ninguna la vida.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2