CAPITULO XXXV

De la yedra llamada smýlax

Semejante es a la yedra la que llaman smýlax,1 venida primero de Sicilia pero más ordinaria en Grecia, añudada, con vástagos espesos, llena de ramos espinosos, de hoja de yedra, pequeña, no esquinada y que echa del pezón unos pámpanos de flor blanca que huelen a azuzenas. Lleva unos cencerriones a manera de parra silvestre, no de yedra, de color bermexa, abrazando tres cuexcos en cada uno de los grandes mayores y, en los menores, sendos, negros y duros. Es infelice y desdichada en los sacrificios y coronas por ser llorosa, a causa de haverse mudado una donzella de su nombre, muriendo de amores de un mancebo llamado Croco, en esta mata.

Ignorando esto el vulgo, contamina muchas vezes sus fiestas, pensando que es yedra, como lo haze en los poetas o en Bacho o Sileno, el cual vulgo totalmente no sabe con qué plantas se coronen éstos. Házense de smýlax tablas para escrivir, y es proprio de su madera hazer un sonido liviano allegada a los oídos. Dízese tener la yedra admirable propriedad para hazer experiencia de los vinos, torneados vasos de su madera, en los cuales, echando vino aguado, se cuela el vino, quedando dentro el agua.

EL INTERPRETE

1(Smýlax). Esta es la que llama Dioscórides smylax aspera, en el capítulo CXXXIX del libro cuarto y es especie de la que trahtda de Indias llamamos zarzaparrilla y vemos nacer en muchas partes de Hespaña. No la cuenta Dioscórides entre las yedras, antes la pone a par de la otra smylax levis, que en algunas partes de Hespaña llaman rabiacan y comen como espárragos sus extremidades o blandos pimpollos.