CAPITULO XXIX


De onze géneros de arrabianes


Es la naturaleza de los zumos principalmente en el arrahián admirable, porque de él solo, entre todos, se haze azeite y vino y más. Y aliende, según que diximos, el myrthidano. Otro uso huvo de su baya acerca de los antiguos, antes que se hallase la pimienta, porque la gastavan en su lugar y de ahí tomó nombre un manjar delicado que aún hoy se llama myrthado y con él se haze también más sabrosa la carne de los javalíes porque se prepara de él salsa muchas vezes.

Dizen haver sido visto {el mirto o arrayán} de los cyrceyos la primera vez, en la parte de más áspero1 cielo de Europa, que comienza de los montes Ceraunios, en el sepulchro de Elpénor y, ansí, retiene todavía el nombre griego del cual consta ser estrangero. Uno huvo, donde agora está Roma, al tiempo que ya se edificava, porque está escripto que los romanos y sabinos, queriendo pelear por las donzellas que les havían tomado, se purificaron, dexadas las armas, con verbena myrthea, en el lugar que tiene agora la señal {estatua} de Venus Cluacina, porque los antiguos llamavan cluere el purificar. Sirve también de sahumerio, y fue en aquel tiempo escogido por ser Venus abogada de los casamientos.

Y no sé si fue el primer árbol que se plantó en lugares públicos de Roma, con significación y providencia memorable del suelo, porque estuvieron gran tiempo consagrados dos arrahianes delante del templo de Quirino o Rómulo, que se tiene por uno de los más antiguos de Roma. El uno de éstos se llamó patricio y el otro plebeyo. El patricio prevalesció muchos años, pujante y hermoso, marchitándose el plebeyo, y esto fue mientras floresció el Senado. Estava pues el patricio en su vigor y el plebeyo reseco y desmedrado, mas después que tornó en sí, marchitándose el patricio al tiempo de la guerra mársica, se debilitó la autoridad de los padres y poco a poco fue haziendo estéril su magestad. Huvo, ansimismo, un altar antiguo de Venus Myrthea, que hoy llaman Murthea.

Catón escrive tres géneros de arrahianes, negro y blanco y coniúgulo, llamado por ventura desta manera a causa del matrimonio del linage del cluacino. Házese agora otra división, en doméstico y silvestre, y en ambos otra de la amplitud de las hojas. Uno de los silvestres es el oximirsyne. Parten los jardineros los domésticos en géneros, conviene a saber: en el tarentino, que es de hojas menudas, y en el nuestro, que las tiene anchas, y el hexástico,2 de muy espesas, porque tienen de ellas seis órdenes. Este no está en uso; los otros dos son ramosos. El coniúgulo se dize hoy, según creo, nostrate. Hay en Egipto un género de arrahián muy oloroso.

Catón enseñó a hazer vino del negro, dexado secar a la sombra hasta que se desmenuze y ansí echado en mosto.3 Házese, si no se secan las bayas, dellas azeite. Después se inventó a hazer vino blanco del de aqueste color, poniendo dos sextarios de arrahián molido en tres héminas de vino y exprimiéndolo después de haver estado en remojo. Secan por sí las hojas y házenlas harina, para remedio de las llagas del cuerpo humano, con polvo que pica livianamente y también para resfriar los sudores y aun su azeite (cosa, en verdad, de maravillar) tiene cierto sabor de vino y juntamente un unctuoso liquor de principal virtud para adobar los vinos, remojando primero con él las mangas, porque detiene la hez y no dexa pasar más que el liquor puro, acompañándolo con notable mejoría. Sirven después de esto sus báculos o cayados, llevados en la mano para pasar mejor el trabajo de largo camino los que andan a pie. Y aun los anillos de sus varas, sin hierro, curan las hinchazones de las ingles.

Hase también entremetido en cosas de guerra y ansí Posthumio Tuberto, triumphando de los sabinos en el consulado (porque éste fue el primero que entró con triumpho de ovación en Roma, a causa de haver acabado sin sangre y ligeramente sus empresas), se paseó coronado de arrahián de Venus Vencedora, e hizo este árbol deseado aun de sus enemigos, y quedó de ahí en adelante por de los que gozavan semejante a triumpho, sacado Marco Crasso, el cual triumpho desta manera de los fugitivos y espartacos, coronado de laurel.

Masurio cuenta que usavan también de corona de arrahián los que triumphavan en carro, y Lucio Pisón, que Papyrio Masón, que fue el primero que triumpho de los corsos en el monte Albano, solía mirar los juegos circenses coronado de arrahián. Este fue abuelo de parte de madre del segundo Africano. M. Valerio usava de dos coronas, conviene a saber: de laurel y de arrahián, según que lo tenía aprometido.



EL INTERPRETE


1(Más tétrico). Leo tetriciore caelo, del códice toledano. 2(Hexástico). Ansí leo del códice salman-ticense. 3(En mosto). Sigo la letra del códice toledano que es conforme a Catón en el capítulo CXXIV.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2