CAPITULO VI


De vinos generosos


Pero de los linages de vinos, ¿quién dubdará ser unos más agradables que otros? O de los de un mismo pilón unos más excelentes que los otros, hazer ventaja a sus hermanos, ora acontezca aquesto por razón de los vasos o tinajas adonde se guardan, ora por otro qualquier caso fortuito, por lo cual cada uno se haga a sí mismo juez del principado de los vinos.


Julia Augusta dixo haver vivido 82 años por haver usado en su bevida el que llaman pucino,1 no beviendo en todo aqueste tiempo de otro y críase en un seno del mar Adriático no lexos de la fuente llamada Timavo, en un collado pedregoso, donde cría el aire de la mar poca quantidad dello. Y éste se tiene por el más excelente en el uso de las medicinas y aun creería yo ser aquel que celebraron los griegos con admirables loores, llamándole pictano,2 del seno Adriático donde se engendra.

Antepuso el divino Augusto el setino3 a los demás, y casi todos los príncipes que se siguieron con experiencias manifiestas, no engendrándose4 superfluidades o crudezas dañosas deste vino, y nace más adelante del foro de Apio.

Antes el cécubo se tenía por más excelente en las alamedas palustres del seno Amyclano, el cual se perdió ya por el descuido de los labradores y por la estrechura del lugar, pero principalmente por un foso que comenzó Nerón a hazer desde el lago Bayano5 hasta Ostia, para que se navegase.

Era, después de éste, estimado el del campo Falerno y en éste principalmente el del faustiano. La causa era el cuidado y lavor y vase también perdiendo por buscar más, sus dueños, la copia del fructo que su excelencia y bondad. Comienza el campo Falerno desde la puente de Campania, yendo a la mano izquierda de la columna urbana de Sylla, hecha poco ha de la jurisdicción de Capua, y el faustiano casi cuatro millas de la aldea que está cerca de Cedías, distante por seis millas de Sesa, y no hay lugar más famoso en llevar buenos vinos. En éste prende solamente la llama.6 Hay tres géneros de él: áspero, dulce y delgado. Algunos lo distinguen diziendo que los collados altos llevan el gaurano,7 los de enmedio el faustiano y los baxos el falerno. Y no es de callar que ningún campo de los famosos lleva sabrosa la uva.

El tercero lugar tienen, aunque por diversa manera, los albanos, muy dulces, a par de Roma y criados pocas vezes en arboledas.8 Iten los surrentinos, que solamente nacen en viñas,9 muy aprovados para convalescientes por ser delicados y saludables.

Tiberio, caésar, dezía que de conformidad de todos los médicos era el surrentino el más excelente de todos y que fuera desto era un generoso vinagre. Cayo caésar, que fue sucesor de éste, dezía ser noble vapa.10 Son de igual estima los másicos, que miran del monte Gaurano a Púzol y Baias, porque los estáfanos que confinan con Salerno han sin dubda llegado a ser principales y han claramente mostrado que cada tierra tiene sus sazones, ansí como todo lo demás padecen mudanzas de fertilidad y esterilidad.

Solíanse estimar a par de éstos los caleños y fúndanos que nacen en viñas y arboledas y, de la otra parte, los veliterninos cercanos a Roma y privernatios, porque lo que nace en Signia, provechoso por su grande austeridad para apretar el vientre, cuéntase antes entre las medicinas.

El cuarto lugar dio el divino Julio, en los banquetes públicos, a los que llamaron en Roma mamertinos, los cuales nacieron después en Mesina de Sicilia y se llamaron iotalinos11 de su autor, porque éste fue el primero que los autorizó según paresce en sus cartas. Tienen en la misma Sicilia precio los taurominitanos, los cuales pasan a ratos, en frascos, por mamertinos. De los demás quedan los praetucios del Maralto y los que nacen en Ancona y los llamados palmesios, por haver acaso nacido en sola Palma.12 Y en el Mediterráneo los caesenatos y mecenatianos y en el campo Veronense los saliéticos, pospuestos de Virgilio a solos los falemos. Tras éstos, desde el seno interior del mar, los adrianos. Desde el baxo los latinienses, graviscanos y statonienses. Luna lleva lo mejor de la Toscana y, de Liguria, Génova.

Y entre el Pirineo y los Alpes, Marsella, con doblado sabor, porque engendra uno más grueso que gastan por medicina, de los otros, llamado dellos sucoso. Florece, dentro de Francia, el autoridad de los que dizen beterras. De los demás que nacen en la Provenza no se puede certificar nada porque inficionan sus bodegas con ungüentos y humo. Y plugiese a Dios que no se hiziese esto también con hierbas y medicinas dañosas,13 porque adulteran, ni más ni menos, con acíbar su sabor y color. Pero ni otros más apartados de Italia desde el mar Ausonio carecen de su gloria, como son los de Taranto y servicíanos y los que se crían en Cosencia, Tempsa y Babia, y los de Tierra de Lavoro, con los thurinos que preceden y los lagarinos, que son los más famosos de todos por haver usado dellos, hallándose bien con su bevida, Mésala, los cuales nacen a par de Grumento. Campania dio poco ha autoridad con nuevos nombres, o por industria o acaso, cuatro millas de Nápoles, a los trebéllicos, llamados cerca de Capua caulinos, y en su campo trebullanos, la cual solía siempre preciarse de los trifolinos14 entre los plebeyos. Porque los pompeyanos van hasta los diez años en augmento a lo más largo sin aprovecharles cosa la vejez. Y aun se halla hazer dolores de cabeza que duran hasta las 12 horas del día siguiente. De las cuales cosas, si no me engaño, se ve claro ser causa la tierra y no el género de las uvas o vides, y ser imposible reduzir todos los géneros a cierto número como una misma vid en diversos lugares tenga diversa estima.

Los laletanos15 de Hespaña son notables por su muchedumbre, y por su excelencia los de Tarragona16 y lauronenses, y los de las islas Baleares se comparan con los principales de Italia.

Bien entiendo que a muchos ha de parescer que se me han quedado no pocos, porque a cada gente aplace el suyo y doquiera que vamos se halla el mismo cuento. Dízese que un esclavo ahorrado {sic} del divino Augusto, de grande juizio y paladar, escogiendo vino para su mesa, dixo al huésped del vino de la tierra serle nuevo aquel gusto, y no de los mejores pero “que no bevería Caésar de otro”, aunque yo no niego que haya otros vinos sin éstos no indignos de fama, pero éstos son de los que concordemente ha hecho juizio el mundo.



EL INTERPRETE


1(Pucino). Llámanle hoy gortiano y dizen ser muy saludable a los que tienen costumbre de beverle. 2(Pictano). Paretipiano le llama Dioscórides. 3(Setino). Dicho ansí de Setia, pueblo mediterráneo de los latinos. 4(No engendrándose). Algunos leen non temere cruditatibus noxiis, otros ab ea saliva, entendiendo ab eo vino y ansí lo traslado yo, porque aunque saliva signifique lo que llamamos vulgarmente ansí, y otras vezes el gusto que con ella se haze, pero significa también los liquores que con semejanza de la misma se exprimen (de los cuales se dize en latín salivare) y entre ellos el vino y ansí Propercio llama al vino chío saliva. Y aun Plinio dixo en el capítulo I del libro veinte y siete sua cuique vino saliva inocentisima, sua cuique aetas gratisima, hoc est media, significándonos que no es bien para adobar un vino no tan bueno o para hazerle añejo mezclarle otro más antiguo o mejor, pues la antigüedad propria a cada vino es la buena y ansimismo la bondad de su proprio liquor, y no la curada e introduzida de otra cosa. Pues dize agora que la bondad del pucino se entendía en que no se engendravan de él crudezas dañosas o perjudiciales a la salud. 5(Baiano). Desde el Arverno, no desde el Baiano, dize {Suetonio} Tranquillo en el Nerón.

6(Prende la llama). Como se experimenta en el agua ardiente y en otros semejantes liquores. 7(Los collados altos llevan el gaurano). Caucino tienen ambos códices manuscriptos. 8(En arboledas). Porque leo: acrara in arbusto. 9(En viñas). A diferencia de las arboledas a quien otras vides arrebuelven. 10(Vapa). Desta manera llaman al vino desvanescido, cual sería éste con algún agradable azedo nacido de su naturaleza y no daño o corrupción.

11(Iotalinos). Leo: mamertina circa messanam in Sicilia genita, et iotalina abaut hore dicta. 12(En sola Palma). Del campo Palmense y Praetuciano, lee a Plinio en el libro tercero y capítulo XIII. 13(Y medicinas dañosas). Largo sería de contar las maneras de adobos que en nuestro tiempo se usan, no sin grande perjuizio de la salud humana. Porque aliende que lo cuelan con mangas adobadas con cosas que les comunican sophística y adulterada suavidad, substancia y color, para que ansí sean más vendibles, y les mezclan diversidad de cosas aromáticas peregrinas y de la tierra, con que contrahazen suaves olores y sabor, a costa de la destemplanza y calor que engendran en el cuerpo humano y mayormente en el hígado y riñones, les echan ordinariamente yeso, veneno tan perjudicial a la salud, como todos saben, greda, sal, arena y otros géneros de tierras que tengo vergüenza de nombrar y temor de enseñar contándolas. 14(Tripolinos). De éstos dixo Juvenal tetrifolinos ager faecundis vitibus implet. 15(Laletanos). Que son los que habitan las riberas del río Llobregat, en Cataluña, según que el mismo Plinio en otra parte lo testifica.

16(De Tarragona). Llamamos hoy en Castilla aragonesas unas uvas negras, de grandes razimos y aspero hollejo, de que por la mayor parte entre nosotros se hazen los vinos tintos y aloques, por sí solas y mezcladas con uvas blancas.

Hay, pues, innumerables maneras y diferencias de vinos y uvas, causados de su calor, color, olor, substancia, preparación, edad, vides, suelo y de otras cosas semejantes de que se conoscen muy bien su naturaleza y facultades. Hanlas, en general, tocado los autores, porque tractarse cumplidamente en particular sería imposible, si lo infinito no puede comprehenderse debaxo de número limitado y por tanto no me meto en referir las vides desta tierra y tiempo que aliende de ser tantas se van cada día multiplicando, ansí por el modo de su cultura como de tan varios y aun monstruosos enxertos como inventa cada día la curiosidad e industria humana.



TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2