CAPITULO V


De la naturaleza del vino


Tiene el vino tal naturaleza que, bevido, calienta por de dentro,1 y resfría aplicado por de fuera. Acerca del cual no será fuera de propósito contar lo que Andrócides, varón esclarecido en sabiduría, escrivió a Alexandro Magno refrenándole en su destemplanza, y diziendo: “Cuando quisieres bever, acúerdate, ¡oh, rey!, que beves la sangre de la tierra.2 Como la cegutaa es veneno al hombre ansí lo es a la ceguta el vino”. Y si él obedeciera estos preceptos no matara, por cierto, después de embriago, a sus amigos. De manera que, con razón, se puede dezir del vino no haver cosa para las fuerzas del cuerpo más provechosa si se beve con templanza, o que más abra la puerta a los vizios si destempladamente y con desorden se usa de él.





a. Por cicuta.



EL INTERPRETE


Aunque se hagan vinos de varias y diversas plantas y legumbres, pero propiamente se llama ansí lo que tomó su fuerza, como dize en otra parte Plinio, del mosto que hirvió, cuyos loores {hace}, ansí en lo que toca a conservar la salud como a vencer las enfermedades, si se beve en su media edad templadamente, limpio, después de los 25 años, de buen suelo y veduño y tenida cuenta con la complexión, región, edad, naturaleza particular y disposición de cada uno. Y cuán dañoso es por el contrario, si destempladamente y sin estas consideraciones se beve, no es mi intento referirlo. Una cosa me parece avisar, porque veo exceder a muchos en ella, y es que no se deve bever en tiempos muy cálidos o después del exercicio, enfriado con exceso en nieve o de otra alguna manera, por muchos y diversos males que causa, según opinión de graves autores a quien por agora me plaze remitir la causa. Lo que toca a su complexión que, universalmente, suele ser cálida y húmida, hay grandes variedades según la variedad de los vinos y de su preparación, de que presto hablaremos con Plinio.

1(Bevido por de dentro). Calienta con calor que llamamos virtual, y enfría con frialdad actual. 2(La sangre de la tierra). Del toro, leen algunos, por ser ésta veneno, según paresce de Nicandro, que la refiere entre los venenos en los Alexiphármacos. Y seguirse: como la ceguta es veneno al hombre, ansí es a la ceguta el vino. Pero no me agrada esta lección, pues en dezir que es veneno a la ceguta, no dize serlo al hombre; antes serle remedio contra el veneno. La cual ceguta es planta conoscida por este nombre vulgarmente en Hespaña, aunque no tan venenosa como en otras tierras y naciones, a algunas de las cuales sirvió de castigo en las maldades y delictos.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2