CAPITULO XI


De los géneros de cartas y del junco llamado papiro


Ha de ser la buena goma del espino de Egipto,1 que tenga forma de gusanos, que sea de color zarco, limpia y sin corteza, y que se pegue a los dientes; el precio de cada libra son 3 denarios. Inferior es a ésta la de los almendros amargos y cerezos, y la peor de todas la del ciruelo. Destila, ansimismo, goma de las vides, muy provechosa para llagas de niños, y algunas vezes de la oliva, alabada para dolor de muelas. Corre ni más ni menos de los olmos en Coryco, monte de Cicilia, y del enebro, pero desaprovechada para todo. Nacen, en este lugar, de la goma del olmo, mosquitos. Lleva también allí otro árbol la goma que dizen sarcocolla,2 muy útil para pinctores y médicos, no desemejante a lo más menudo del encienso, y por tanto es mejor la blanca que no la rubia, cuyo provecho es el que arriba diximos.

Aún no havemos comenzado a hablar de las plantas de las lagunas, ni de las matas que nacen en los ríos, por lo cual antes que nos apartemos de Egipto diremos la naturaleza del junco llamado papiro,a pues por el uso de su carta se conservan principalmente los hechos y sucesos de los hombres y memorias de la vida. La cual afirma Marco Varrón haver sido hallada después de las victorias de Alexandro Magno, estando ya edificada Alexandría en Egipto, como hasta allí no se huviese usado. Porque primero escrivieron en hojas de palmas y después en telas de ciertos árboles,3 que llamaron libros {liber}. Tras esto comenzaron a escrivir las memorias públicas en volúmines de plomo, y después las particulares en lienzos o ceras, pues se halla acerca de Homero4 haverse usado tablas, aun antes del tiempo de los troyanos, y que cuando él escrivía no era tierra la que se llama agora Egipto, como nazca en el Sebenítico, prefectura suya, la carta que llaman sebenítica, y que después la hizo tierra el Nilo. Porque desde la ínsula Pharo, que se junta con Alexandría por una puente, dize el mismo que havía mar5 por tanta distancia cuanta podría caminar en un día y una noche un navio con velas. Escrive el mismo Varrón que trahiendo después contienda Ptholemeo y Eumenio sobre las librerías, y por tanto no dando lugar Ptholemeo a que alguno sacase de Egipto las cartas, se inventó en Pérgamo lo que llaman pergamino. Comenzáronse, después, a derramar por todas partes estas cartas con que los hombres se hazen inmortales.

Nace, pues, el papiro en las lagunas de Egipto, o aguas estantías del Nilo, donde, cuando sale de madre, se estañan y no son más hondas que dos cobdos. Tiene la raíz tuerta, de grueso de un brazo y lados de tres esquinas. Y no es de más altura que de diez cobdos, yendo siempre hazia lo alto adelgazándose, incluyendo una cumbre a manera de tyrso o vástago, sin simiente alguna u otro provecho que el de la flor, de que hazen guirnaldas a los dioses. Usan los de la tierra por madera de sus raízes, ansí para la lumbre como para hazer diversas suertes de vasos. Házense del mismo navios, y de su tela, que llaman libro, velas, cestas, vestiduras, tapizes y maromas. Cómenle crudo y cozido, pero chupado solamente el zumo. Hállase ansimismo en Syria, en el lago donde nace el cálamo adorato,6 y no usó el rey Antígono de otras cuerdas en los navios, no haviéndose aún publicado el uso del esparto. Poco ha que, naciendo en Babilonia acerca de Euphrates, se cayó en la cuenta que podría servir de carta, y con todo esto quieren más los parthos texer las letras en sus paños y vestiduras. Hazen de él, pues, cartas, dividiéndole con punzones en unas muy delgadas y no menos anchas telas.



a. Cyperus papyrus L.



EL INTERPRETE


1(Del espino de Egipto). Que es del que se haze la acacia, y goma aráviga. 2(Sarcocolla).b Hazen mención desta goma Dioscórides en el capítulo XXXIII del libro tercero, y también en el capítu La lliada lo XXXVIII, y Plinio en el capítulo XIV del libro veinte y cuatro. Tráhese a nosotros adulterada, y conócese ser verdadera o no en su amargura, aunque diga Plinio que es, con cierta acrimonia, dulce. 3(En telas de ciertos árboles). Como hazen hoy, en algunas partes del mundo, y principalmente en la China, de do he visto libros impresos (porque se jactan ellos haver más de cuatro mil años que tienen molde) con letras y lengua de aquella tierra, de papel hecho de telas de ciertos árboles, más delgado y aparejado para que en ello se escriva que el vulgar nuestro. 4(Acerca de Homero). En el sexto libro de La lliada. 5(Que havía mar). Leo fuise mate, o ab fuise terram, porque de otra manera o Plinio allegaría falsamente a Homero, o sería no sin fealdad ansimismo contrario.

6(El cálamo adorato). Este es el que nos muestran hoy las oficinas, digan lo que quisieren los que porfían ser el verdadero acoro y no el cálamo adorato.



b. Penaea sarcocolla, L.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2