CAPITULO III


De los árboles extranjeros y del cedro


Aunque son forasteros los cerezos,1 pérsicos,2 y los demás árboles cuyos nombres son griegos o de extraño lenguaje, pero de los que de éstos se han hecho naturales diremos entre los fructíferos, y agora solamente de los que no nacen en nuestra tierra, comenzando del más saludable de todos.

El manzano asirio,3 o cidro, de otros, que llaman de Media, es contrario a ponzoña. Sus hojas parecen a las del madroño, aunque tiene entrepuestas espinas; su fructo, fuera desto, no se come. Es árbol de olor excelente aun en sus hojas, el cual comunica a la ropa, envuelto entre ella, y la defiende de la polilla. Lleva este árbol siempre fructa, porque cuando se cae una, madura otra y nace otra debaxo. Muchas gentes han procurado pasarle a sus tierras por cobdicia de tener consigo un remedio tan provechoso y admirable, plantándole4 en vasos de barro y dando respiraderos por sus cavidades a las raíces, porque ansí (y desto es menester avisar para que quede dicho de una vez) se siembran y trasponen con grande seguridad las plantas que se han de llevar a muy distintas tierras, aunque, si no fue en Persia5 y Media,6 no prendió. Esta es la manzana cuyos granos diximos que cocían los príncipes de los parthos con sus manjares para hazer buen olor de boca.

Y no se alaban otros árboles acerca de los de Media.

Los árboles laníferos de los seres se contarán al tiempo que hablemos desta nación.



EL INTERPRETE


1(Cerezos). Hay de éstos ocho especies que referirá Plinio en el capítulo XXV del libro quindécimo, de las cuales es una el que los modernos llaman ácido, y los españoles guindo, porque los demás dilato para su proprio lugar. Tomaron el nombre de Cerasus, ciudad del Ponto, de donde se traspusieron la primera vez en otras partes. 2(Pérsicos). En el capítulo XII del libro que acabo de allegar se tracta de propósito destos árboles porque a aquel lugar pertenecen. Agora bastará avisar que, aunque pérsicos en latín y rhodacinos en griego, propiamente significan el género de los duraznos, entre los cuales tienen el principado los vulgares, pero que Plinio extiende esta palabra a los que dizen en Hespaña albarcoques y praecoces en latín, y también a los armenios, cuyas especies son los dorasios, de Paulo, nostrates y supernates. Tenemos hoy de otros innumerables especies, producidas, por la mayor parte, por injertos, según que a su tiempo, mediante Dios, se dirá. 3(La manzana de Assyria). Esta es la sidra de hoy, que los antiguos llamaron también médica o de Media; de éstos es uno nuestro autor, en cuyo tiempo aun no la tenían por comestibles en todas partes. Iten, Dioscórides, Teophrasto y Galeno, en tiempo de los cuales aún no se conocía por manjar en ninguna. Con todo esto significó esta misma palabra, acerca de algunos, el naranjo, según parece de Virgilio en la descripción que dexó en su Geografía, el segundo, que comienza Media fert... succos, y del Escholiastés de Nicandro, en los Alexifármacos, donde hablando del que llama Nicandro μήλον Μηδιϰόν, dize ύλαίος... 4(Plantándole). Leo satam fictibus in vasis dato per cavernas radicibus spiramento; qualiter omnia transitura longius seri tuffi, simaque transferri meminisse conveniet. Teophrasto, al fin del capítulo IV del cuarto libro, no dize más que ϰαράς περ oí φοίνιϰος, o siémbrase también. 5(Persia). Región es de Asia la Mayor, fuera del monte Tauro, que tiene de parte de oriente la Carmania desierta, de occidente a Susiana, de septentrión a Media, y al seno Pérsico por la de mediodía.

6(Media). Tiene ésa de la parte de oriente a Hyrcania y Parthia, de la de occidente a Armenia y Assirya, y de septentrión al mar Caspio e Hyrcano, y de mediodía a Persia.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2