CAPITULO LIV


Del modo en que se pueden engordar o enflaquecer los cuerpos


Augméntanse los cuerpos humanos con cosas dulces1 y grasas, y con bever, y enflaquécense con secas y amargas2 y con sed. Beven ciertos animales, y entre ellos los ganados, en Africa, a cuarto día. No es al hombre mortal no comer antes de los siete,3 y es cierto haver durado algunos hasta después de los ll.4 A sólo el hombre acontece morir con insaciable apetito de comer.5 Hay cosas que, puesto caso que dellas se guste poco, matan la sed y la hambre, y conservan las fuerzas, como es la manteca, hyppace6 y orozuz. Es muy perjudicial en toda la vida lo demasiado,7 y principalmente al cuerpo, y diminuirse lo que agrava es de cualquier manera más provechoso. Pero ya es tiempo que pasemos a otras cosas de naturaleza.





EL INTERPRETE


1(Con cosas dulces). Porque son atrahídas con estrado apetito de los miembros. 2(Amargas). Quito frigidis, y mudo aridis en amoris, porque se opongan al dulces, amargas; al grasas, secas, y al bever, la sed. 3(Antes de los siete). Leo non ante septimum. 4(Hasta después de los 11). En el séptimo libro conté un caso semejante que yo vi en Toledo, en una señora que hoy día vive. 5(De comer). Porque leo edendi, no esuriendi.

6(Hyppace). Leche es de yeguas. 7(Lo demasiado). Aphorismo es de Hippócrates, donde dize ser todo lo demasiado enemigo de Naturaleza.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2