CAPITULO XXVI


De las cigarras y salamanquesas


Son, en alguna manera, las salamanquesas de la naturaleza de los chameleones, viviendo, aliende de las arañas, de solo rocío. Es su vida como la de las cigarras, de las cuales hay dos diferencias: las menores, que vienen primero y parecen las postreras y son mudas, y otras que vuelan pocas vezes. Llámanse las que cantan achetas y, las que déstas son menores, tettigonias, pero aquéllas son más cantoras. Cantan los machos en ambos géneros y callan las hembras.

Cómenlas los orientales y aun los parthos, aunque es gente muy rica. Tienen por mejores los machos antes que se tomen, y, después que se han tomado, las hembras, asidas con sus huevos,1 que son blancos. Tómanse boca arriba. Tienen en el espalda una aspereza muy aguda con que cavan en la tierra, donde pon {en} sus hijos. Házese primero un gusanico y, después, la que llaman tettigómetra, cuya corteza rompida por el solsticio,a vuelan siempre de noche, y primero negras y duras. Sola ésta carece, entre los animales que viven, de boca, en lugar de la cual tienen cierta cosa aguda semejante a lengua, y esto en el pecho, con que lamen el rocío. Es su pecho acanalado, y con éste cantan las achetas, según que ya diximos. En los demás, no se les halla cosa en el vientre. Cuando vuelan, oxeándolas, echan de sí agua, lo cual muestra claramente que se sustentan de rocío. Estas mismas, y no otras, carecen de agujero por do expelfer} las superfluidades y el estiércol. Sus ojos son tan botos que, si aleuno les aliena el dedo estendiéndole y encogiéndole, se {adhieren} a él tiñiéndolo por hoja.

Otros hazen dos linages dellas, el de las surculanas, que dizen ser mayores, y el de las frumentarias, que otros llaman avenarías, porque se ven junto a los panesb al tiempo que se secan.



a. Permite volar a sus hijos que son, al principio, negros y duros.

b. Campos de cereales al madurar.



EL INTERPRETE


1(Asidas con sus huevos). Leo, non ovis earum correptis, sino correptas, si no le agradece a alguno leer correctas, entendiendo que se corrige su mantenimiento con ellos, pero nuestra castigación parece cuadrar más; Pinciano lee correpti. Y entiendo los partos aficionados a sus huevos.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2