CAPITULO XLII


Del sentido de los aquátiles


Es también la pinna1 del género de los aquátiles. Nace en ciénagas, siempre enhiesta, y nunca esta sin compañía del que llaman pinnóter y otros pinnóphilas, que es una esquila pequeña, y en otras partes del cangrejo, seguidor del manjar. Abrese la pinna dando dentro de sí su cuerpo privado de ojos a los menudos pesces; saltan ellos luego encima y, cresciendo la osadía con la licencia, la hinchen. Especulando este tiempo su espía, el pinnóter se lo da a entender con una liviana mordedura. Entonces, la pinna, apretando la boca, mata todo lo que encierra y da su parte al compañero. Por lo cual me admiro más que hayan pensado algunos no tener sentido los aquátiles.


Conosce su virtud el pesce torpedo, no siendo él torpe, y, zambullido en el cieno, se oculta salteando los pescados que nadando seguros por cima de él se entorpecen. No hay terneza que se pueda preferir a su hígado.


No es de menor industria la rana2 que llaman, en la mar, pescadora. Saca ésta unos cornezuelos que tiene eminentes debaxo de los ojos, movido el cieno, y atrahe los pescezillos que andan acerca del la saltando hasta que se allegan tan cerca que los ase. De la misma manera la lixa y rodavallo, escondidos, mueven sus alas alargadas a modo de gusanillos. Y también la que se llama raya, porque la uja saltea a escondidas, enclavando los pesces que pasan con la púa que tiene por arma. Es indicio de su industria que, siendo la más tarda de todos los pescados, se le hallan en el vientre mágiles, que son los más ligeros de la mar.



EL INTERPRETE


1(Pinna). Especie son estas pinnas de conchas que se dizen en Hespaña lacras. Hay de ellas dos géneros: unas son grandes, que se hazen algunas vezes de tamaño de un cobdo, en alguna manera semejantes a los mexillones aunque tienen la parte más estrecha mucho más larga y aguda, porque viven hincadas en el arena o cieno. Su concha es por de fuera áspera y de color pardo, y por de dentro, si vive en arena, de un lustroso y plateado resplandor y, si en cieno, más resplandeciente. Estiéndese de su parte más baxa y estréchase en una estensa latitud; por lo ancho se abren con facilidad y por lo angosto están estrechísimamente juntadas. Tienen dentro mucha carne, cuyas partes están confusas casi y sin alguna distinción o diferencia, como en los mithylos. Nacen en lugares arenosos y cenagosos y átanse con biso, que no es otra cosa sino una lana molísima y delicadísima, llamada ansí de la semejanza que tiene con aquella de que se hazían los paños muy preciosos de los ricos, aunque hay otro biso terrestre de que, con Plinio, en otra parte hablaremos. Son pues, destas pinnas, unas grandes, de que havemos hablado, y otras pequeñas, que llama Plinio pernas, de la semejanza que tienen con los pemiles de tocino, de que con Plinio en su lugar hablaremos. Otta pinna parva se conosce en nuestro tiempo, la cual no carece de su biso; estas todas, para mayor claridad, según que las havemos visto, damos pintadas. Provocan urina, mantienen mucho y digiérense con dificultad. Del pinnater o pinnophilax, su compañero, havemos hablado en otra parte. 2(La rana). De ésta y de otros géneros de pesces de que en el capítulo presente se haze mención, havemos hablado en otras partes, sacada la raya, pescado tan ordinario en todos los puertos y tan conoscido que tenemos poca necesidad de detenernos en darle a entender. Dízenla los griegos {en blanco en el texto} de la semejanza que tiene con la zarza, en sus espinas y aspereza, y los latinos raya, el cual nombre usurpan comúnmente los españoles. Distinguieron los antiguos en tres diferencias solas, no curándose de las demás, conviene a saber, en la raya, dicha simplemente, y la lisa, y la stellata. Conoscense hoy muchas más, como son las levirayas, undulatas o cinéreas; los oxirinchos, llenas de ojos y lisas; la estelar, llena de ojos y áspera; stellata, áspera; clavatas, dos: espinosa, áspera, fullónica y la aspérrima.

TOMO V. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 2