CAPITULO II

Cuándo fueron unidos en Roma la primera vez

La primera vez que los unierona [a los elephantes] en Roma fue cuando tiraron el carro del grande Pompeyo, en el triumpho africano.1 Esto mismo cuentan haverse hecho antes, triumphando el padre Libero,2 de la India. Procilio niega haver podido entrar unidos por la puerta de la ciudad en el triumpho del grande Pompeyo.

Dízese que hizieron en los juegos de esgrima3 de César Germánico ciertos movimientos, no bien compuestos, a modo de danza o baile. Cosa común era arrojar algún arma en alto, muy recia y derecha,4 y hazer entre sí acometimientos semejantes a los que hazen los esgremidores y exercitar la pírriche5 con retozo y lozanía; mas, después, anduvieron por maromas, y aun llevando cuatro dellos [a otro] en una litera que contrahazía una muger parida. Y estando las salas6 donde comían llenas de gente pasavan por los lechos7 triclinares en que, para comer, se recostavan, con tanto tiento y destreza, que a hombre dellos no tocavan.

a. Por uncir; en el texto latino, iuncere.


EL INTERPRETE

1(En el triumpho africano). Ilustre fue, en Roma, la familia de los Pompeyos, y ansí huvo en ella personas de quien quedó gran memoria en la posteridad por las hazañas que hizieron y por los autores que les dieron gloria inmortal. Déstos fueron: Q. Pompeyo, embiado a Soria, ciudad de Hespaña, donde no le fue tan bien como los romanos quisieran; Cn. Pompeyo Strabón, Q. Pompeyo Ruffo, Q. Pompeyo Bithínico, excelente orador, si la acción no le faltara. Iten, Sexto Pompeyo, debaxo de cuya vandera Valerio Máximo se precia haver peleado, y Cn. Pompeyo, hijo de Cn. Pompeyo Strabón, a quien el sillano exército dio renombre de grande, y de cuya virtud y hazañas Plinio hizo en el libro séptimo tan honrosa mención y al presente se acuerda, porque una de las cosas de valor que acabó fue que, siendo embiado de Sylla a Africa a tomar venganza de sus enemigos, tornó a Roma con vitoria, y adornó su triumpho, según que también refiere Plutarcho, con cuatro elephantes que de allá truxo, los cuales, unidos, le llevavan el carro, puesto caso que no cabiendo por el angostura de la puerta le metieron en cavallos en Roma. 2(El padre Libero). Tres Liberos, Bachos o Dionisios (que de todas estas maneras y de muchas más los llamaron) dize Diodoro que huvo, de los cuales el más famoso fue este tercero, de quien haze, al presente, Plinio mención, nacido en Thebas de Beotia, de Júpiter y Semele, y llamado Liber o dios de las libertades, ora fuese por haver libertado las ciudades de Beotia, ora porque fue inventor del vino, que de tantas maneras nos haze libres. Inventó éste el comprar y vender, y la corona, insignia de los reyes. Anduvo por casi todo el mundo. Domó diversas naciones, conquistó los indios, y fue el primero que triumphó llevado en elephante índico, según escrive Diodoro y se refiere en este lugar que al presente declaramos. Lo que toca a la India y sus términos tractamos en el libro sexto que es su lugar proprio. 3(En los juegos de esgrima). Ansí traslado aquellas palabras, munere gladiatorio, aunque es verdad que estos esgremidores no jugasen con espadas botas (como se acostumbra hoy) sin causarse los unos a los otros daños voluntarios, antes, después de haver sido instruidos de los lanistasb o maestros en las armas, se matavan en el circo o arena, como hazen en nuestros tiempos los que se reptanc o desafían, para dar contentamiento al pueblo, ora haya sido la causa desta atroce e inhumana invención hartar la Fortuna sacrificando la sangre de los ciudadanos en aquella imagen de batalla, ora para que los romanos que huviesen de ir a la guerra viesen pelear hombres desnudos, perdiesen el miedo a las heridas, sangre y hierro, y después, hallándose en ella, menospreciasen el ímpetu y fuerza de sus enemigos. 4(Muy recia y derecha). Ansí traslado non aufferentibus ventis, como quien dize, no siendo parte para que vacilase por el aire, tanto ímpetu y artificio llevaba. 5(La pírriche). En el séptimo libro diximos qué baile fuese aquéste, lo cual se podrá buscar en la tabla, como todas las otras cosas de dificultad que no podrían en muchos lugares, so pena de prolixidad y enfado, repetirse.

6(Por las salas). Ansí traslado tricliniis, imitando a Cicerón que interpretó cónclave, contra el parecer de Servio. Porque al cónclave de Cicerón llamó después triclinio Quintiliano, puesto caso que se haya llamado ansí por constar de tres lechos, como el έπτάκλινος y πεντάκλινος, por constar de siete y de cinco, y ansí los demás. 7(Lechos). Añadí triclinares para diferenciarlos de los cubicularios, en que dormían, como aquéstos se recostasen para comer. Eran éstos, según refiere en sus Mechanicos Aristóteles, de seis pies en largo y ancho de tres, y poníanse por el un lado de las mesas, que eran del largo de los lechos. Quien quisiere ver esta costumbre antigua más de raíz, vea el capítulo V del libro sexto de Vitruvio, y a Philandro, su comentador, y otros autores que él, en el proprio, alega.

b. Entrenador de gladiadores.

c. Por retan.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1