CAPITULO XIV

[Iten] de lo mismo, de muchas maneras

La muger, en pasando de 50 años1 no engendra y, a la mayor parte dellas, se detiene la camisaa a los 40; porque entre los varones claro es haver engendrado el rey Massinissa después de los 86 un hijo que llamó Methimathno, y Catón Censorino, pasados los 80, de la hija de Salonio, su paniaguado; por lo cual los descendientes de los otros hijos de Catón se llamaron licinianos y, los déstos, salonianos, entre los cuales fue uno el Uticense. Poco ha que muerto Lucio Volusio Saturnino en el adelantamiento de la ciudad, Cornelia, de la familia de los Scipiones, parió a Volusio Saturnino, engendrado después de los 62 años, el cual fue cónsul y es cierto hallarse hasta los 75, entre los comunes, ordinaria generación.

a. Menstruación.


EL INTERPRETE

1(50 años.). Es de Aristóteles en el libro VII De los animales, capítulos V y VI, donde dize que a las mugeres falta la regla a los 40 años y, si no, dura hasta los 50, dentro de los cuales han algunas parido, pero pasado éste ninguna puede parir, salvo que dize, luego, que muchos varones engendran hasta el 60, el cual si exceden proceden hasta 70, y que algunos han engendrado de 70 años. Donde se ve diferir Plinio de Aristóteles en diez años, si por caso el texto no tiene alguna depravación. La causa de no venir la regla en esta edad creería yo ser la frialdad y sequedad della, a cuya causa no puede el calor natural cozer tanto las superfluidades que les dé forma de sangre, antes se hazen phlegmas y por esta misma razón no conciben, pues ésta es la materia y nutrimento de la criatura que se ha de engendrar, ni tampoco consigue el devido temperamento la simiente si queremos con Galeno sentir que las mugeres la tienen. No es ansí en los varones, los cuales, lo uno por no haver de dar mantenimiento a la criatura, y lo otro porque siendo de más calor que las mugeres les dura más la devida templanza de la simiente, aunque no en igual perfección, engendran hasta el tiempo que dicho tenemos. A la sazón que esto escrivíamos me afirmó un cavallero digno de fe, de gran cuerpo y buena formación, haverle parido su madre siendo de edad de 55 años. En la misma sazón, que era el año de 63, se dixo haver parido una mujer de 65 años. No obligo a nadie a que lo crea, cuanto lo oído; juzguen los lectores el crédito que deva darse a estas cosas, según su parecer.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1