CAPITULO LXVII

De la navegación de la mar y de los ríos

Navégase hoy todo el oriente desde Cádiz y Columnas de Hércules, que están en el estrecho de Gibraltar, todo lo que baxa Hespaña y Francia. Y el océano Septentrional se navegó por la mayor parte con la felicidad y próspera fortuna del Divino Augusto, llevada la flota a la redonda de Alemania hasta el promontorio de los Cymbros1 y, de [ahí], descubierta una inmensidad de mar, o conoscida por vista de ojos o por relación hasta la región de Scythia y partes de intolerable frío, porque no era cosa verisímil faltasen allí los mares donde abunda el humor.2

También navegó del oriente, desde el mar Indico, el exército de los macedones, por el mismo pasaje, toda la parte que se acuesta hazia el mar Caspio, reinando Seleuco y Antíocho, los cuales quisieron que se llamasen mares Antióchides y Seléucides, de sus nombres. También se han descubierto acerca del mar Caspio muchas costas del Océano, de manera que toda la costa de la tierra que está buelta al septentrión se ha casi navegado haviéndola descubierto, unos, por la parte del oriente, y otros por el occidente. Y para que ni ansí quede lugar a la conjectura, es grande argumento el de la laguna Meotis, ora sea seno del Océano, como sé haverlo creído muchos, ora se rezume del mismo a causa de distar de él por muy poco espacio, por el otro lado, de Cádiz.

Desde el mismo occidente se navega [h]oy gran parte del seno meridiano, a la redonda de Mauritania. Vieron la mayor parte de él y del oriente las victorias de Alexandro Magno, hasta dentro del seno Arábico, en el cual, haziendo guerra Cayo César, hijo de Augusto,a se dize haver sido conocidas las insignias de algunos navíos hespañoles, cogidas de sus naufragios.

Y Hannón, floreciendo la potencia de Carthago, navegó desde Cádiz hasta el fin de Arabia y dexó escripia esta navegación, como también fue inviado Himilco en el mismo tiempo para, que se descubriese[n] las costas de Europa por el Océano.

Cuenta, aliende desto, Cornelio Nepos que, en su tiempo, un Eudoxo, huyendo del rey Lathyro, salió por el seno Arábico y vino a parar a Cádiz. Y mucho antes de él Celio Antipáter afirmó haver visto un hombre que navegó de Hespaña a Ethiopía, por razón de sus mercaderías y tratos. El mismo Nepos escrive de las costas septentrionales que a Quinto Metello Celer, que fue cónsul con Lucio Afranio y entonces era procónsul de Francia, le fueron presentados del rey de los suevos ciertos indios que, navegando a causa de sus mercaderías de la India, havían sido arrebatados y llevados de la tempestad hasta Alemania.

De aquí se ve que derramados desta manera los mares nos quitan la mitad de la tierra, no dexando camino libre para venir de allá [a] acá o para caminar de allá, acá. Y esta contemplación, que es muy a propósito para dar a entender la vanidad de los hombres, parece pedir que mostremos y pongamos delante de los ojos de la grandeza desta parte de la Tierra, de cualquier tamaño que sea, de la cual ninguno tiene tanto que se contente con ello.

a. Hijo de Agripa y de Julia que adoptó César Augusto.


EL INTERPRETE

1(Al promontorio de los Cimbros).b Llama promontorio de los Cymbros toda la Cýmbrica Chersoneso en que habitan hoy los halsacienses. 2(Donde abunda el humor). Quiere dezir donde abunda materia de aguas, por la naturaleza y frío del lugar, en lo cual no conjecturó mal Plinio, porque el Océano, a la parte de septentrión, es grandísimo y conocido en nuestra edad por tal que cerca todo el mundo. Habitan cerca de él muchas y muy poderosas gentes, cuales son los danos, suéticos, norvegios, godos, finlandos, pruthenos y ruthenos y, casi debaxo del Polo, los lapones. De todo esto, pues, colige estar toda la tierra cercada de agua.

b. Cabo Skagen, en Jutlandia.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1