CAPITULO LX

Del granizo, nieve, [escarcha], niebla y rocío

Las demás cosas de la misma naturaleza1 no veo ser dubdosas a muchos como es que el granizo se engendre de la lluvia congelada. La nieve, cuajado más blandamente el mismo humor, y la escarcha, del rocío [h]elado. Iten que caen en el himbierno nieves3 y no granizos, y los granizos, de día, más vezes que de noche, y que se deshazen muy mas aínaa que las nieves. Que las nieblas4 no acontecen en tiempo de grandes fríos ni de grande calor, o el rocío,5 con yelo6 o con calor grande, no con vientos o en noche que no sea serena y que el liquor se desminuye [h]elado, sin hallarse de la misma medida.

a. Pronto.


EL INTERPRETE

1(De la misma naturaleza). Leo aquellas palabras Caetera eiusdem naturae non multis dubia esse video al principio deste capítulo LX y quitólas del precedente por parecerme que pertenecen más a la sentencia que se sigue, conviene a saber: grandinem conglaciato imbre gigni, etc., que no a las palabras que en el LIX le preceden. 2(Cuajado más blandamente el mismo humor). Hase esto de entender, antes que se convierta en agua. 3(En el himbierno nieves) a causa de su frialdad y, [en] el verano y otoño, granizo, y no tanto en el estío, a causa de la frialdad antiperistótica y profunda, según que de Séneca y Aristóteles se colige. 4(Nieblas). Superfluidades son de la nube que se cuaja en agua, y ansí muestran serenidad porque son como una manera de nube estéril y gastada. 5(El rocío). Este y la pruina o [h]elada se haze en lo más baxo del aire, cuando el calor que le levanta no es parte para alzar más el vapor porque, entonces, se espesa con la frialdad de la noche y cae hecho rocío o, cuajándose, se haze lo que llamamos [h]elada.

6(Pruina). Que es el yelo que quema, que otros llaman escarcha.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1