CAPITULO LIII

De la invocación de los rayos

Léese en las historias antiguas forzarse los rayos a que cai[g]an con ciertos sacrificios y plegarias. Fama antigua es1 haver forzado a caer uno, los thoscanos, contra los de Volsena, y destruido la ciudad o campos, cayendo en ella un monstruo2 que llaman Volta. Dízese también haver sido invocado de Porsena, rey dellos. Lucio Pisón, autor grave, cuenta en el primero libro de sus Anales haverlo antes desto hecho muchas vezes Numa, y que fue herido de un rayo Tulio Hostilio imitando no con las devidas ceremonias y palabras, y aún tenemos [h]oy bosques, altares o sacrificios y havemos recebido entre los loves Statores,3 Tonantes4 y Fretrios,5 a Júpiter Elicio.6 Diverso es, en este negocio, el parecer de los hombres, y cada uno juzga dello a su voluntad. Atrevimiento es dezir que tengamos imperio sobre la naturaleza e ingratitud no creer que Júpiter hizo al mundo aquel beneficio,7 pues que en la interpretación8 también de los rayos ha crecido tanto la ciencia que se acierta por ella el día determinado en que otros rayos han de caer, y si han éstos de acabar el hado o descubrir otros hados de nuevo, que estén escondidos, porque de ambas cosas tenemos innumerables experiencias, ansí en casos públicos como particulares. Por lo cual sea esto (según que agradó a naturaleza) a unos cierto y a otros dubdoso, de unos condemnado y de otros aprovado. Pero entre tanto no dexemos de proseguir lo que en esto hay digno de memoria.


EL INTERPRETE

1(Fama antigua es). Hay memoria destos exemplos en el tercero libro de los Fastos de Ovidio, en Séneca, y Macrobio. 2(Un monstruo). En el capítulo XLIX se acordó Plinio de cierta obscuridad semejante a bestia, que se hazía en el aire, de los vapores que suben de la tierra o de la mar, la cual es cruel y peligrosa a los que navegan, levantando grandes tempestades. 3(Statores).a Ansí llamavan los antiguos a Júpiter por causa de haver [dejtenido a los romanos que huían. Otros quieren haverse llamado ansí porque era el autor de los rayos, ciertos, firmes y llenos de significación. 4(Tonantes).b Ansí se llamavan los truenos que le atribuían. 5(Fretrio).c Porque hería con ellos. 6(Elicio.)d Díxose ansí: Ab eliden diis, quiero dezir porque movían rayos con los sacrificios que le hazían de Júpiter Elicio. Se podrá ver Tito Livio en el libro primero y Arnobio en el libro quinto, Contra Gentes. 7(Aquel beneficio). Porque Júpiter, atrahído del cielo con los sacrificios de Numa, le enseñó el modo que havía de tener para hazer caer rayos o que no cayesen, según parece de los autores que acavamos de alegar. 8(Pues en la interpretación). Léase para el entendimiento más claro deste lugar, Séneca, en el segundo libro de Las questiones naturales y Festo Pompeyo en el libro quatorze.

a. Plural de Júpiter Státor, epíteto dado a Júpiter por Rómulo con ocasión de haber detenido a los romanos fugitivos de los sabinos.

b. Júpiter dueño del trueno.

c. Por Feretrio, epíteto dado a Júpiter por Rómulo a causa de los despojos que se le habían de ofrendar; de feretrum, andas en que se llevaban imágenes de antepasados o dioses en las pompas triunfales.

d. Que provoca el rayo; de elido, hacer ruido por percusión.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1