CAPITULO L

[De las] tierras [donde] no [caen] rayos

Caen en estío e himbierno raras vezes rayos por causas contrarias porque, condensado en el himbierno el aire, se espesa con más gruesas nubes, y cualquiera exhalación que sube de la tierra, estando muy [h]elada, apaga todo lo que recibe de vapor ígneo, y ésta es la causa que en Scythia no caen rayos, ni en las demás regiones muy frías y, por el contrario, el grande ardor libra también de ellos a Egipto porque las exhalaciones calientes y secas de la tierra se espesan en nubes muy ralas, delgadas y flacas, mas en el verano y otoño son más ordinarios los rayos, faltando en estos dos tiempos los extremos del himbierno y del estío, y de aquí es ser muy frecuentes en Italia a causa de ser el aire más mobible, porque siendo el himbierno más manso y el estío nubiloso, es siempre el tiempo semejante a primavera u otoño. También en las partes de Italia que se apartan de septentrión, a mayor templanza, cual es la tierra de Roma y de Campania, relampaguea en himbierno y en verano, lo cual no acontece en otras tierras della.


EL INTERPRETE

Aunque sea una misma la materia del rayo, relámpago, ecnephias y tiphón, la forma es diversa, porque este vapor, encerrado en la nube, sale de diversas formas como arriba se tocó. Y ansí, el rayo de que al presente se tracta, se haze cuando se enciende el vapor movido en la nube y saliendo fuera de la nube húmida se humedece otra vez y se es[p]esa y haze una masa, la cual, movida, se endurece, como suele endurecerse el barro puesto cabe el fuego; ésta se llama rayo. Dixo esto muy bien Virgilio en los versos que comienzan: Tres imbris torli radios tres nubis aquosae. Lo demás deste capítulo me parece que está claro.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1