CAPITULO XIII

De los ecl[i]pses

Averiguada cosa es tornarse o hazer los eclipses en los mismos lugares en que antes se havían hecho, pasados dozientos y veinte y tres meses,1 y no acontecer el del Sol sino en conjunción de la Luna, cuando está llena solamente, y siempre en la orden del Zodiaco, atrás de donde se hizo primero, y que todos los años se haze eclipse del Sol y de la Luna en días y horas determinadas debaxo de la Tierra,2 y cuando se haze encima, no verse en todas partes, unas vezes a causa de los nublados y, muchas, porque estorva la redondez de la Tierra a lo cóncavo del cielo.

Hallose por la industria de Hipparcho, de 200 años acá, poderse tornar a eclipsar la Luna al quinto mes3 y el Sol al séptimo. Puédese eclipsar el mismo dos vezes en 30 días sobre la Tierra, pero de manera que los que ven el un eclipse déstos no ven el otro, y lo que causa mayor espanto es que, como haya de escurecerse4 la Luna con la sombra de la Tierra, le acontece unas vezes de la parte del occidente y otras de la del oriente. Mas, ¿por qué razón5 (pues aquella escurecedora sombra es necesario que esté debaxo de la Tierra al tiempo que nace el Sol) se ha visto eclipsarse la Luna en el poniente pareciéndose el Sol y la Luna encima de la Tierra? Porque ya se ha visto en nuestros tiempos, imperando los Vespasianos y siendo el padre tercera vez y el hijo segunda, cónsules, eclipsarse en espacio de quince días6 ambos a dos planetas.


EL INTERPRETE

1(En dozientos y veinte y tres meses). Hállase diverso, en diversos códices, este número, como quiera que éste no es muy ageno del de Ptolomeo. El sentido deste lugar es ser cosa averiguada que, eclipsada la Luna debaxo de alguna parte o grado del Zodiaco, no puede volver a eclipsarse otra vez debaxo de la misma primero que pasen estos meses. La razón es que entonces estará allí otra vez la cabeza o cola de Dragón, lo cual acontece y proviene del movimiento que tiene cada mes el deferente de la cabeza y cola del Dragón, que es, según Plinio, grados 36, minutos 51, segundos y tercios poco menos de 40, lo cual verá, evidentemente, el que repartiere 223 meses en 360 grados. Mas hase de advertir que Campano, discurriendo según los presupuestos de Ptolomeo, afirma moverse la cabeza del Dragón cada mes grado y 34 minutos, solamente, y que al mes lunar tiene 29 días, 13 horas y 44 minutos. Según lo cual si multiplicamos el tiempo de un mes por 360 partes del Zodiaco, y dividiéramos el número que resultare por el movimiento del deferente de la cabeza y cola del Dragón de cada mes, hallaremos 239 meses o 18 años y seis meses intercalares. Y según esta cuenta instituyó Methón, atheniense, el Año Grande por decaenetéridas, que él dezía tener 18 años vertientes y más siete meses. 2( Debaxo de la Tierra). No se puede escusar en aquesta parte nuestro autor porque como la cabeza y cola del Dragón, por el movimiento rapto, estén tantas vezes sobre la Tierra como debaxo della y encima de la Tierra sean los eclipses tan raros, síguese ser imposible que haya cada año eclipses debaxo de la Tierra. Si no quiso Plinio dezir que muchas vezes los hay, aunque no los vemos, avisando a los vulgares que no creen haver más eclipses de los que ven o que cuando los hay acontecen en días y horas ciertas y determinadas. Bien es verdad que aquí y en otras partes, como es en el capítulo LXX y CVIII deste mismo libro, parece sentir, con algunos poetas, que la Tierra es como media bola que nadase en el agua, y el Océano [h]orizonte universal deste medio globo, conforme a lo cual podría ser nos quisiese dezir agora hazerse muchos eclipses debaxo de la Tierra donde ninguno puede verlos y otros encima del horizonte fixo que diximos, sin que sean vistos de todos los que habitan este medio globo por estorvarlo la concavidad del cielo, lo cual no hiziera si fuera llano. Porque, de otra manera, ¿cómo pudiera la convexidad del cielo vedar a ninguno en su hemispheric la vista de los eclipses que en él acaecieran? 3(En el quinto mes). Dize aquí que acontece eclipsarse dos vezes la Luna en espacio de cinco meses, el Sol en siete meses dos vezes y que éste se toma dentro de 30 días a eclipsar, viendo el uno destos dos eclipses los que habitan en los climas australes, y el otro los que los septentrionales, lo cual acontece por la paralaxe o diversidad de aspecto. Muestra todo esto Ptolomeo extensamente en el libro y capítulo VI de su grande composición. 4(Como haya de escurecerse). Cuenta al presente Plinio dos casos admirables: el primero es que siendo ansí que la Luna se eclipsa mediante la sombra de la Tierra o su movimiento es de occidente para oriente, según lo cual es necesario que se comience a eclipsar por su parte oriental y sea imposible hazerse por la occidental, ha acontecido comenzarse a eclipsar por su parte occidental. Mas como esto sea contra toda razón, podríamos dezir haver dexado escripto nuestro autor que le aconteciese esto unas vezes por la parte de septentrión y otras por la de mediodía, según lo refiere Cleomedes en su libro segundo. 5(Iten por qué razón). Esto dize el mismo Cleomedes ser manifiesta falsedad inventada de algunos a quien pesava que la astrología y philosophía tuviesen tanta certeza y verdad, pues ningún astrólogo ha antes ni después escripto caso semejante, pero que cuando huviese sido verdad, podrían señalarse causas naturales, como son los vapores, que son parte para que parezcan estos planetas en diversos lugares de donde se hallan, como la moneda echada en el agua se ve a mayor distancia y donde de otra manera no pudiera por alguna vía alcanzarse a ver, según el dicho autor en el libro segundo más largamente refiere.6(Eclipsarse en 15 días). No es esto mucho de maravillar, pues, si hoy hagamos cuenta, se haze el eclipse del Sol estando él en conjunción con la Luna, antes que salga él de los términos eclípticos, que son 23, pasará la Luna la mitad del Zodiaco y alcanzará a estar en los términos eclípticos contrarios, lo cual se percibirá más claramente trayendo a la memoria el tiempo en que la Luna y el Sol acaban sus cursos. Aconteció este mismo caso el año de 1563, porque a 20 de junio huvo eclipse del Sol y el mismo año a 5 de julio se eclipsó la Luna.

TOMO IV. HISTORIA NATURAL DE CAYO PLINIO SEGUNDO 1