CAPITULO XII


Del OCUILÍZTAC o gusanillos blancos


Suelen llamar así los mexicanos a ciertos gusanillos que viven en la laguna de Tenochtitlan, no muy diferentes de los que suelen criarse en las carnes putrefactas. Cuando están crudos se ven negros, pero tostados en platos o en los llamados comalli, se vuelven blancos al punto. Los comen los indios con sal, y aseguran que son de buen sabor, parecido al de nuestras almendras. Todos los años, en determinada época, se ofrece una abundante y fácil captura de estos gusanos, principalmente cuando hay largas lluvias. Son alimento malo, y deben clasificarse entre las comidas groseras y viles, por lo que no se hallan en las mesas de los ricos o pulidos, sino en las de quienes no tienen abundancia de alimentos mejores o más agradables, o para cuyo paladar nada es demasiado grosero o repugnante, con tal que tenga algún sabor. No faltan quienes, aunque desechan este alimento, gustan de comer gallinas, pollos, ánades y gansos cebados con él.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2