CAPITULO XXV


Del COYÁMETL o quauhcoyámetl


El COYÁMETL, que algunos llaman quauhcoyámetl porque es montés, otros quauhtlacoyámetl y otros quauhpezotli , parece semejante al jabalí de nuestra tierra, pero es mucho más pequeño y notable por un ombligo (así lo llaman los indígenas) que tiene en el dorso, y en el cual se junta un humor acuoso que fluye si se aprieta con los dedos; peco no es un verdadero ombligo ni hay en él nada diverso de lo que suele encontrarse en otros animales (de lo cual nos cercioramos cortándolo), sino sólo cierta gordura glandulosa y blanda. Es feroz y muerde terriblemente cuando está recién capturado, pero una vez que se domestica es apacible, se aficiona a los de casa y se granjea su cariño. Su carne es parecida a la de cerdo o de jabalí, pero más dura y menos sabrosa; sus cerdas son ásperas, de color blanco y negro entremezclados. Se alimenta de raíces, bellotas y otros frutos del monte, y también de gusanos, lombrices y otros animales semejantes que se crían en sitios húmedos, lacustres y pantanosos. También devastan los sembrados cuando no se tiene cuidado de espantarlos. Andan en manadas. Ya amansados comen todos los alimentos que suelen darse a los animales domésticos. Sus dedos de pies y manos son de diferentes tamaños, unos más largos y otros más cortos.



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COYÁMETL O QUAUHCOYÁMETL


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COYÁMETL O QUAUHCOYÁMETL


TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2