CAPITULO XXXII


Del QUÁCHOTL


Es un arbolillo delgado y de la altura de un hombre, con hojas grandes y con figura de pezuña de toro, fuertes y gruesas, por lo que los españoles lo llaman pezuña de vaca; no tiene, según dicen, flor. Y aunque el sabor de las hojas es algo dulce y su naturaleza templada o un poco fría, de suerte que se administran machacadas y con agua para quitar las fiebres, no es esto sin embargo por lo que cuidamos de pintarlo, sino por la extraña forma de las mismas, a las que tal vez no hay ningunas otras semejantes. Nace en Pánuco, en lugares cálidos y húmedos.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2