CAPITULO CII


De la TEXAXAPOTLA o ptármica de Indias


La TEXAXAPOTLA o sea perforadora de piedras, que otros llaman tzompilihuizpatli o que provoca estornudos, echa raíz delgada y fibrosa, y de ella tallos delgados y purpúreos que arrastran por la tierra, hojas como de lino, delicadas, y abundantes flores de color amarillo pálido. Huele y sabe con asombrosa semejanza a las llamadas cidras. Es acre, caliente y seca en cuarto grado, y de partes sutiles. Aplicada a la nariz y aspirado su olor cura el resfriado y el dolor de cabeza provocando estornudos y evacuando la pituita por boca, ojos y nariz. Tiene esta hierba una particularidad notable (que muchas veces hemos experimentado), y es que frotando con ella una piedra mojada hasta de cinco pulgadas de espesor y aplicando la nariz a la parte opuesta, se percibe su olor como si la hierba misma se aplicara a la nariz; pues es tal el poder de la naturaleza, que hierbecillas delicadas e insignificantes pueden, gracias a él, traspasar piedras durísimas y gruesas. Nace en las regiones cálidas de Quauhnáhuac, Tlaquiltenanco y Hoaxtépec, adherida a las peñas. Machacada y untada antes del acceso de las cuartanas, las cura; aprovecha al útero, provoca las reglas, evacúa la orina, abre las obstrucciones, calienta las partes enfriadas, provoca sudor, mitiga los dolores, fortalece, tomada o aplicada, el estómago, el corazón y la cabeza, cura la hidropesía, alivia el salpullido y la sarna, y también quita, restregada, la tiña.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2