CAPITULO LXXXVII

Del HOAYACAN o palo santo

Así llaman los indios al árbol que otros llaman matlalquáhuitl o sea azul, por ser azul su corazón o médula. Es un árbol de tamaño mediano con tallos estrigosos, desaliñados y como espinosos, hojas un poco mayores y más largas que las de ruda, y flores azules. La corteza es cenicienta, aunque la de los tallos más gruesos es leonada. La madera es amarilla, y la médula, como dijimos, azul, de donde toma el nombre. La corteza es muy amarga, por lo que puede creerse que es, lo mismo que las hojas, caliente y seca en segundo grado y con manifiesta sequedad, aunque la médula no se siente amarga. Referir los auxilios que presta en la curación del mal gálico y el modo de administrarlo, no lo he creído oportuno ahora, pues tanto queda por hacer. Dios habrá de darnos, quizás, ocasión propicia en que con holgura y tranquilidad tratemos más amplia y claramente estos asuntos, sirviendo según nuestros deseos a nuestro rey y a nuestra patria. Nace en lugares cálidos de Itzocan y de la Mixteca Baja, y brota asimismo abundantemente en tierras de los haitianos.

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HOAYACAN

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1