De una raíz larga, delgada y fibrosa, echa un tallo delgado, juncal, estriado y blando, con hojas como de cidro pero más puntiagudas, longitudinalmente nervadas y de un verde claro. Las raíces molidas y tomadas en dosis de seis óbolos curan el empacho, pues son caloríficas y secantes en segundo grado.
SEGUNDO ELOQUÍLTIC
TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1