Sería completamente semejante al anterior si no fuera por las raíces un poco más gruesas y cabelludas y las flores más pálidas y de olor más grato, de donde toma el nombre, parecido al que exhalan las manzanas macianas, que entre los españoles tienen nombre derivado del eneldo; además las nervaduras de las hojas son rectas. Sus propiedades son casi las mismas así como el suelo en que nace.
TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1