CAPITULO LXXIV

Del ZAQUANQUÁHUITL o árbol de bandera

El ZAQUANQUÁHUITL, llamado por otros póchotl, es un árbol grande, espinoso, con hojas como de olivo casi siempre en grupos de cinco, y fruto semejante en forma y tamaño a un melón pequeño, lleno de una pelusa fibrosa, blanca, brillante, poco o nada diferente de hilos de seda flojos y ondulados, que podría tejerse fácilmente, según lo comprobamos en un ensayo, y convertirse en telas de seda como las llamadas seríceas, con un gasto mucho menor y un trabajo más leve que los que se requieren para elaborar nuestra seda. Pero es propio de la humana condición desear con más ardor lo que más caro se vende. Hay entre dicha pelusa unos granillos redondos parecidos en forma y tamaño a la semilla de cáñamo, dulces, de gusto agradable, que se apetecen crudos o tostados y son tan a propósito para engordar, que vuelven hasta incapaces de trabajar a quienes suelen comerlos. La flor es blanca, mediana y semejante en la forma a la del llamado izcaxóchitl. Hay algunos, como antes dije, que llaman a este árbol póchotl por la semejanza de las hojas con las del verdadero póchotl, aunque éste las tiene menores y es un árbol nada espinoso ni fructífero. Nace en climas cálidos o templados, pero mejor en los más cálidos, en lugares campestres o montuosos, y casi de nadie es desconocido.

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1