CAPITULO CLXXV

Del COCOZTÁMAL o tamal amarillo

El COCOZTÁMAL, que otros llaman cocóztic, cocozton y cocoztli, es un arbusto voluble que echa raíz gruesa y amarilla, de donde le vienen los nombres; tallo liso, delgado y redondo; hojas sinuosas y divididas en tres puntas, y flores blancas, medianas, muy parecidas a las de ixquixóchitl, de donde nacen frutos acinosos muy semejantes a cerezas, pero de color blanco. La raíz es amarilla e inodora, de sabor salivoso, de temperamento templado o tendiendo un poco al frío y a la humedad. Provoca admirablemente la orina, arroja las arenillas y los excrementos pituitosos, limpia y saca todo lo que obstruye las vías urinarias y reduce sus excrecencias hecha polvo y tomada en dosis de media onza con alguna bebida aperitiva, y aplicando a la uretra el mismo polvo adherido con clara de huevo o con aceite de almendras dulces al junco llamado xomalli, envuelto previamente con un hilo de algodón. Esto fue comprobado por una experiencia extraordinaria en Madrid, corte de Felipe II, donde el obispo de Córdoba, que era entonces prelado de Cuenca y confesor de nuestro óptimo y máximo Rey, sufrió una grave supresión de la orina y con el auxilio dicho fue curado súbitamente y como por milagro, abriéndose las vías y evacuando una gran cantidad de orina, no sin gran recompensa para el médico, quien sin embargo no sabía de dónde provenía tal remedio, ni otra cosa sino que él mismo y otros muchos habían sido librados de igual manera de semejantes enfermedades por cierto médico indio que guardaba su secreto. Y aunque hay algunos que sostienen que esto se verificó no con el polvo dicho, sino con el de cola de tlacuatzin, animal cuya efigie damos también y que presta asimismo notable auxilio en dichas enfermedades, sin embargo, bien investigado el caso, se descubrió que de la raíz de esta planta y no de la cola del animal citado se obtuvo la curación que narramos.

COCOZTÁMAL

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1